El 'violador de la capucha' ve rebajada de 18 a 15 años su condena

Los hechos se remontan a febrero de 2009, cuando consumó su primer delito sobre una joven de 21 años a la que abordó de madrugada cuando iba a entrar en el portal de su vivienda en Valladolid capital y colocándole una navaja en el cuello la llevó hasta el garaje del inmueble, le obligó a desnudarse y la agredió sexualmente. Dos meses después, también aprovechando la ausencia de viandantes nocturnos abordó a otras dos víctimas de la misma edad, a las que de nuevo amenazó con un arma blanca. Con una de ellas repitió el mismo modus operandi, asaltándola en la puerta de casa y conduciéndola hasta el parking, y a la segunda le agarró cuando andaba por la calle y la violó en un parque cercano.

Unos hechos que además de lesiones físicas producidas durante los ataques han ocasionado alas víctimas trastornos postraumáticos, con conductas de miedo, evitación, disfunción sexual o rechazo hacia su propio cuerpo, recoge el fallo inicial ahora revisado.

Tras estas tres agresiones consumadas, lo intentó en los siguientes cinco meses otras tres veces con tres mujeres, una de ellas menor de edad, a las que también abordó de madrugada, entre la una y las cuatro de la mañana, en las calles de la capital del Pisuerga, con una navaja y tratando de cubrir sus rasgos bajo una capucha y una braga. Éstas consiguieron zafarse de él. Con una de ellas desistió tras amenazarla y colarse en su portal cuando le dijo que tenía la menstruación y el condenado abandonó el lugar. En el segundo de los casos, la víctima logró zafarse en el asalto y ponerse a salvo en su portal y la última le propinó un mordisco en un dedo que ahuyentó al agresor.

En la causa fue dictada sentencia de conformidad de 18 años de prisión por tres delitos de agresión sexual y otros tres en grado de tentativa tras habérsele aplicado la circunstancia eximente incompleta de anomalía psíquica al padecer «un retraso mental leve en el límite con el moderado, lo cual unido a un déficit de control de impulsos sexuales determina una disminución en grado moderado de las bases psicobiológicas de la imputabilidad, y quien se encuentra incapacitado judicialmente de forma parcial». Se encuentra en prisión desde septiembre de 2009, cuando él contaba con 19 años.

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Se trata de una de las 35 sentencias firmes dictadas por delitos contra la libertad sexual que la Audiencia vallisoletana tenía previsto revisar tras los cambios introducidos en el Código Penal. En este caso, la Sala entiende que aunque la pena que le fue impuesta «también era imponible en abstracto conforme a la redacción actual de los preceptos, hemos de observar que fue el producto de una conformidad en atención a las penas entonces existentes». «No podemos ignorar que fueron impuestas en la mitad inferior» de las contempladas por el Código Penal, de manera que reduce en un año las establecidas por cada delito consumado.