El videojuego quiere ser «una pata» de la industria: «Tenemos talento»

«Hemos viajado bastante para ver la industria del 'gaming' en la Península y hemos tenido la sensación de que la gente está haciendo la guerra por su cuenta», explica su presidente, Iván Gómez. Cuenta que, por ahora, existen en la Comunidad dos grandes estudios dedicados al videojuego, uno en Valladolid –Daloar, antes llamado Pentakill– y otro en la localidad zamorana de Valcabado, Gamez Studio, del que él mismo es CEO o director ejecutivo. «Queremos que crean en nuestro proyecto y creemos que no tenemos que enfrentarnos Zamora y Valladolid, sino ir ambos unidos», incide.

Por ello, ambos estudios se han unido en una asociación que busca las sinergias entre sí y el apoyo institucional y a la que también se han sumado algunos programadores, animadores y creadores independientes. «De momento son nueve pero dicen que de cara a junio queremos llegar al centenar de socios», confía.

Ya han conseguido la complicidad del Ayuntamiento de Valladolid para montar el recién inaugurado Laboratorio Tecnológico de Contenidos Digitales en la capital del Pisuerga; o la de la Junta para preparar el 'CyL Game Show', un evento que espera reunir el próximo marzo a más de 20.000 personas en Zamora y que, de consolidarse, aspira a celebrarse cada vez en una provincia «para reflejar ese espíritu de unión». Esta cita es además una «apuesta fuerte» para Asivi: «Queremos colocarlo entre los grandes eventos de eSports, que vengan jugadores y partners y sea una fiesta del videojuego», adelanta.

«La industria en Castilla y León la forman fundamentalmente el sector agroalimentario, el turismo y la automoción, pero nosotros queremos que tenga otra pata», sostiene Gómez. La cuestión es si puede el videojuego tomar impulso en la Comunidad, algo frente a lo que el presidente de Asivi se muestra optimista. «El crecimiento te lo dan dos cosas, los creadores y las ventas», refiere. En ese sentido, «el talento en Castilla y León está», observa, ya que la oferta educativa en la autonomía pone buenos mimbres, con grados universitarios como Ingeniería Informática o Diseño de Videojuegos y títulos de Formación Profesional en Desarrollo de Videojuegos o Animación 3D.

Además, Gómez opina que la Comunidad «lo tiene todo para nómadas digitales»: la tranquilidad y la calidad de vida pueden hacer de las tierras castellano y leonesas un lugar atractivo para perfiles que trabajen en remoto y 'online'. En la empresa que fundó en 2023 con su socio Jordi Mesa, ya son doce trabajadores, cuenta, y tienen tres líneas: una educativa (Dok Student AI), otra de videojuegos 'casual' (Dîrok, Blocks Challenge y Emoji Connect) y una tercera destinada a lo que llaman «población silver», en la que entran personas con demencia o que se recuperan de un ictus.

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Falta, quizás, convencer a los consumidores que puedan mirar a este sector de entretenimiento con recelo. «Vengo de una generación en la que los que íbamos a los recreativos éramos raros», sonríe Gómez, que contrapone que ahora hay «chavales que ganan miles de euros jugando». Y por eso considera que la creación del Libro Blanco de buenas prácticas que coordinan con la Junta será un paso adelante para marcar límites, pero también potenciar virtudes, como la de fomentar los reflejos o la comunicación entre jugadores. «Los videojuegos no son ni buenos ni malos, todo depende del uso que les des», observa.