'Viacrucis', el musical que funde vanguardia y tradición

El espectáculo, que tendrá por escenario la seo vallisoletana, llega después de haber pasado por la Mezquita de Córdoba, la Catedral de la Almudena y la Parroquia del Pilar de Madrid con éxito de público. Cuatro personajes -Cristo, María, Verónica y el Cirineo-, además del narrador, dan vida a un musical que quiere llegar a la gente «sea creyente o no, porque sentir todo el mundo siente», señala Casado para quien «todos vivimos un vía crucis, rodeados de una realidad con terremotos y guerras y aparecen cirineos que nos ayudan o madres que nos animan». «Con este espectáculo rezan los que son creyentes y los que no, lo ven», concluye.

El musical, para el sólo quedan entradas para la función matinal, estará presidido por las imágenes del Santísimo Cristo de la Preciosísima Sangre, una obra de Lázaro Gumiel que custodia la cofradía y que ha sido trasladado desde la iglesia de La Antigua, y por el Ecce Homo de Gregorio Fernández que no procesiona y permanece expuesto en el museo diocesano. Toño Casado considera por ello que su 'Viacrucis «mezcla la vanguardia, por su puesta en escena, y la más pura tradición de la ciudad que representan las imágenes de Semana Santa». Además, se proyectarán algunos de los pasos más representativos de la ciudad lo que «hará que mucha gente sienta un pellizquito en el corazón cuando vean que su Cristo o su Virgen cantan o les hacemos decir algo».

También el arzobispo de Valladolid, Luis Argüello, que participó ayer en la presentación, lo describe «un coloquio», una muestra de «la relación entre culto y cultura» y, sobre todo, «una expresión cultural de esta época». «Los textos cantados ante la iconografía sencilla de las dos tallas y los intérpretes nos ayudas a contemplar este camino de Jesús hacia la cruz», apunta.

Precisamente, quien hace el papel de Jesús, Adrián Salzedo, que ha participado en otros musicales como 'La 'bella y la bestia', 'El Médico' o Dirty Dancing, entre otros, reconoce que «poder interpretar a Cristo no es un reto, es un regalo». «Es sencillo conectar desde ahí, porque lo que el público te regala y vive contigo es único, efímero pero hermoso», concluye.