Valladolid avanza en la integración del tren, pero Carnero sigue 'abrazado' al soterramiento

Sin embargo, a pesar del no inicial, que podía llegar a bloquear la propia Sociedad e, incluso, abocarla a su disolución, finalmente el Ayuntamiento votó a favor de uno de los proyectos, el que supone permeabilizar la vía en uno de los barrios con menos renta per cápita de la ciudad, como es Pajarillos. Así, con un presupuesto de 7,4 millones de euros se aprobó la obra, así como la licitación del paso de peatones y bicicletas entre las calles Vía y Salud, que conecta las calles Unión y Pelícano. Quedaron sobre la mesa, sin embargo, los proyectos de Ariza, los pasos subterráneos en la zona sur, sobre los que se avanzará en la reunión de la sociedad prevista para antes del 30 de junio, una vez que haya entrado en funcionamiento la variante de mercancías y estos trenes dejen de atravesar la ciudad.

«Son dos decisiones que no han sido fáciles», reconoció el secretario de Estado de Transportes y Movilidad Sostenible, José Antonio Santano, quien explicó que «hemos empezado el Consejo con un no a todos los puntos por parte del Ayuntamiento». Pero, finalmente, «gracias al diálogo, hoy es un buen día para Valladolid porque hemos ido en la línea en la que el Ministerio quiere, en la de dar pasos para que avancen los proyectos de integración». «Ojalá sea un punto de inflexión», añadió, después de mostrar su convencimiento de que «el soterramiento es pasado y un proyecto frustrado».

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Otro de los avances del encuentro, según Santano, fue que el consistorio se comprometió a abonar los 8,4 millones de euros de aportación prevista para este año –el Ministerio otros 16,9 y la Junta 5,6– además de una parte de los once millones de deuda que arrastra de 2024. Esta decisión supone una garantía para que la Sociedad se mantenga operativa y, sobre todo, que hay fondos para poder continuar con las obras.

Sin embargo, Carnero se mantuvo firme en que la actuación aprobada «no entorpece para nada ni es incompatible con el soterramiento», que calificó de «irrenunciable». Por ello, reclamó al Ministerio un nuevo informe sobre este proyecto mediante la técnica del muro pantalla a lo que Santano se negó, por lo que anunció que lo asumirá el propio Ayuntamiento.