Valladolid «abre las puertas» al siglo XVI en una exposición que homenajea los 25 años de 'El hereje'

Ese arduo trabajo de documentación es el punto de partida de la exposición que alberga el vestíbulo de las Cortes de Castilla y León. Reúne alrededor de un centenar de piezas -entre libros, pinturas, esculturas, mapas, manuscritos y otra documentación de la época- de cuarenta instituciones nacionales -el Museo Lázaro Galdiano, el Arqueológico Nacional, la Biblioteca Menéndez Pelayo, la Biblioteca Nacional o el Museo de Escultura, entre otros muchos- para emprender un viaje al siglo XVI, aquel en el Delibes ambientó una obra que es un tratado de «la libertad religiosa, de conciencia, de pensamiento, de reunión y de expresión», es decir, de la libertad «en su máxima expresión», y que de alguna manera es «un resumen y evocación» a toda su trayectoria literaria: «En ella encontramos al Delibes cazador, pero también al que vivía atemorizado por la muerte de sus seres queridos, al Delibes de Valladolid y al Delibes de Castilla», ha recordado Zamácola.

El director de la Fundación Castilla y León, Juan Zapatero, ha reivindicado el marco de la exposición, las Cortes, desde el cual Valladolid «abre las puertas» al siglo XVI, por ser «esta casa, cinco siglos después de que muchos de los personajes de la novela vivieran y murieran por sus ideas, testimonio de que aquí ya nadie tiene que hacerlo». Cualquiera puede ser honesto y coherente con lo que piensa, expresarlo y defenderlo sin miedo a tener que pagar por ello un tributo que otras personas pagaron hace un siglo«.

En ello ha incidido el comisario de la muestra, Mario Crespo, para quien «el canto a la libertad del individuo» que entonó Delibes «cobra pleno sentido»en el contexto internacional actual, y ha destacado al respecto que 'El hereje' es una novela «bastante pesimista en cuanto al ser humano y su futuro».

La exposición pretende ser también un pequeño homenaje a 'El viaje de los libros prohibidos', una muestra realizada hace unos años por la Fundación Miguel Delibes. Sin embargo, en la nueva muestra, planteada «más de carácter temático», se incide en «esa idea de conciencia» y del fuego en su sentido más «obvio», pero también en su «carácter purificador, de miedo y reflexivo», ha detallado Crespo.

De hecho, el crepitar del fuego es la 'banda sonora' que acompañará al visitante durante toda la exhibición, estructurada en dos grandes bloques y cinco ámbitos en total. En la primera parte de la misma, las obras exhibidas responden a dos preguntas: quien escribe y qué escribe. «En ella no solo hacemos un homenaje y recuerdo a Miguel Delibes y el significado de su obra, sino a las fuentes en la que se inspiró», ha explicado el comisario citando entre las fuentes consultadas la 'Historia de los heterodoxos españoles' escrita por Menéndez Pelayo, quien «puso a los herejes en la historiografía» y se refirió al «foco luterano de Valladolid», «el primer empujón» del escritor para ponerse con la novela.

El segundo de los ambientes en esta primera parte recopila referencias al argumento, los personajes, al manuscrito y dibujos del autor, y también a la correspondencia que mantuvo con José Luis Cuerda en uno de los intentos de llevar la novela a la gran pantalla, ha detallado el comisario, que ha destacado la «emocionante» carta que le escribió al leer la obra José Jiménez Lozano, reproducida también en la vitrina.

Una hermosa escultura de alabastro del siglo XVI un niño Jesús recostado sobre una calavera procedente del Museo de Escultura de Valladolid y con la que se quiere hacer referencia a la fugacidad de la vida, también presente en la novela, hace de nexo de unión entre este primer bloque de la exposición y el segundo, que se centra ya en la recreación histórica del siglo XVI. El título '¿A dónde vamos?', que responde a la idea del «movimiento» que tuvo este periodo, abre esta parte. «Todos los personajes de la novela están en movimiento, tanto físico como espiritual», ha recordado Mario Crespo, apuntando que al llegar a esta zona el visitante podrá ver algunos libros sobre el desarrollo de la ciencia aeronáutica, una maleta de viaje de la época, y la pieza que ha calificado como más «excepcional», un reloj de sol para la navegación que fue un regalo de Carlos V al tercer Duque de Alba.

'¿Como somos?' es otro de los apartados de este ámbito y en él se ha querido reflejar la vida social, económica, administrativa y medieval de la época. Para ello se muestran piezas especialmente relevantes como la curiosa tabla de la Virgen de la Mosca, procedente de la Colegiata de Toro o el tesoro de Gazteluberri, un conjunto de 52 monedas del siglo XVI guardadas en un cencerro que fue encontrado en 1960 y que habla del contrabando entre España y Francia. Llega a Valladolid procedente del Museo Arqueólogico Nacional. Se suman a esta parte otros objetos ornamentales y unos jetones o fichas contadoras procedentes del Museo de las Ferias de Medina del Campo (Valladolid).

La idea del poder purificador y a la vez castigador del fuego da paso al último de los apartados y al más extenso: '¿Qué pensamos?' '¿En qué creemos?', que aglutina «una colección bastante impresionante de libros de época de la reforma y contrarreforma». Entre ellos, Mario Crespo, ha destacado la Biblia del Oso, que fue la primera biblia protestante traducida al castellano, libros de Erasmo, los cánones del Concilio de Trento o ediciones censuradas de 'La Celestina'. Junto a ellos, obras de arte de Alonso Berruguete, una talla de Santa Teresa ensimismada leyendo, un retablo de esmaltes, un retrato de Felipe II y una bella arma Christi. Son piezas que «hablan de la devoción de la época y de la contradevoción, de la crítica a esa revolución ortodoxa que termina en los autos de fe».

La exposición, que abrirá a partir del 18 de junio y hasta el 17 de febrero siete días a la semana, entre las 11 y 19 horas, está planteada también como «un homenaje a la imprenta, a la extensión de la cultura y al conocimiento que permitió» y a la vez «un recuerdo al Renacimiento y a la relación entre España y Flandes en aquella época». De ello da cuenta también el catálogo diseñado por Asís G. Ayerbe que incluye artículos de dos académicos como Álvaro Pombo y Féliz de Azúa, además de especialistas como Germán Delibes, Teófanes Egido, Javier Burrieza o el propio Mario Crespo, sobre el contexto histórico y religiosa de la época, el papel de las mujeres en la herejía o la literatura censurada en la época.

La muestra cuenta con un presupuesto de 250.000 euros, financiado principalmente por la Fundación Miguel Delibes y la Fundación Castilla y León, y con el respaldo de Unicaja Banco, la Junta y el Ayuntamiento de Valladolid.