Unidades de radioterapia, luz tras una «larga espera»
Después de años de promesas y la apertura en Ávila, las asociaciones contra el cáncer ven más cerca la instalación de estos dispositivos satélites que evitan desplazamientos
La habitación más pura del Hospital de Palencia
Valladolid
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Iniciar sesiónCambios en los plazos, vaivenes que incluso ponían en jaque su futuro y sobre todo años –más de una década en algunos casos– de espera. Con todo ello han tenido que lidiar las cinco provincias de Castilla y León que no contaban con el tratamiento ... de radioterapia en su territorio y que se muestran ahora «esperanzadas» de que «por fin» las unidades satélites de radioterapia prometidas desde hace tiempo tengan ya sobre el papel un presupuesto, fechas marcadas en el calendario e, incluso, una de las comprometidas haya abierto ya sus puertas. Es el caso de Ávila, que el pasado 20 de noviembre comenzó a administrar tratamientos evitando así a los enfermos de cáncer los desplazamientos de los pacientes de la provincia al Hospital de Salamanca.
Adiós a los cien kilómetros de distancia; atrás quedan los viajes, bien en vehículo propio o en ambulancia que, «dependiendo del punto del territorio que fuera o si era medio rural», podían extenderse entre «tres y cuatro horas» con paradas para un tratamiento que dura «escasos minutos». Así que en la Asociación Contra el Cáncer abulense celebran la apertura de las instalaciones como algo «muy positivo», sobre todo para los enfermos que se enfrentan a uno de las terapias más comunes para hacer frente a esta patología, después de un proceso que ha sido «largo y tedioso» en el que se volcó la sociedad civil –hace siete años llevaron centenares de firmas a las Cortes reivindicando la unidad–.
El servicio público abulense se sumó a los que existen en Valladolid, Salamanca, Burgos, León y Zamora. Así que quedan tres provincias sin él, además de la comarca leonesa del Bierzo. Entre los cinco territorios que aún no disponen de estas unidades figuran dos de Castilla y León. Son Palencia y Soria, que, según la Sociedad Española de Radioterapia (Seor), se unen a Teruel y a las ciudades autónomas de Ceuta y Melilla.
Concertadas
En el caso del Bierzo y también de Segovia se ha optado por concertar el tratamiento con empresas privadas y allí acuden los pacientes sin coste para sus bolsillos a la espera de la ampliación de sus respectivos hospitales para que se pongan en marcha los dispositivos satélites que permitan administrar radioterapia.
Hace unas semanas, la Junta dio más detalles sobre cómo serán las instalaciones tras la renovación del centro segoviano, con una inversión superior a los 30 millones. La unidad dispondrá de 490 metros cuadrados para las áreas de simulación (con TAC simulador), planificación y administración, así como zona de recepción y consultas externas. El objetivo es que este año se licite la redacción del proyecto.
Mientras, en la Asociación Contra el Cáncer de Segovia reconocen que la derivación de los pacientes al Grupo Recoletas en el Hospital de la Misericordia les ha aportado «comodidad» y «mayor tranquilidad» al tener que evitarse los viajes. Una situación que también se vive en la comarca del Bierzo, donde existe la promesa de una unidad para su hospital. En principio, será este año cuando se inicien las obras en el antiguo archivo del centro asistencial. En la planta superior se ubicarán las consultas de rehabilitación y en la inferior, la unidad. El plazo de ejecución es de doce meses, por lo que si todo va bien, en 2025 debería comenzar a funcionar.
Alojamiento gratis
Por el momento y desde hace unos meses los administración de la radioterapia se hace a través de un centro privado que ahorra a los pacientes oncológicos el viaje hasta León –desde Ponferrada se tarda casi una hora y media–. Así que para los enfermos bercianos suponía todo un «problema». A su compleja situación se unía tener que recorrer un buen número de kilómetros, que aún en algunos casos siguen haciendo para tratamientos más especializados, subraya el presidente de la AECC en León, Estanislao López, que insiste en que, pese a la solución transitoria, «siempre» que se han reunido con la Consejería les han trasladado la necesidad de que funcionen cuanto antes las instalaciones de carácter público.
Para ayudar, en la medida de lo posible, la Asociación facilita al paciente y un acompañante un alojamiento en un hotel de forma gratuita. Y es que las ayudas para trasladarse en vehículo propio hasta los centros hospitalarios son «prácticamente insignificantes». La implantación del tratamiento por la vía concertada ha resuelto en parte el problema: durante este año solo ha habido tres peticiones para el alojamiento gratuito.
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Soluciones esperan en Soria, donde al presidente de la asociación provincial, Jesús Aguarón, le cuesta recordar cuánto tiempo llevan esperando la unidad. «Como mínimo diez años», señala. La promesa es que sea la segunda que arranque, que el acelerador esté instalado antes de que acabe este año y que comience a funcionar el siguiente. «Luz vemos, pero no cerca. Muy al fondo», asegura. «El búnker está hecho, pero habrá que ver cómo siguen las obras», apunta con desconfianza. «Ojalá me equivoque, pero estas cosas llevan sus trámites y, por mucho que las obras finalicen el próximo año, hay que pedir autorizaciones, desplazar personal...», argumenta. Por el momento, los enfermos que requieren radioterapia se desplazan a Burgos y en algunos casos a Logroño. Unos 148 kilómetros que se esfuerzan en «organizar» para que se realicen de la mejor manera posible porque «no es agradable», explica y propone alternativas como los viajes subvencionados en taxi para el paciente y un acompañante, «como existe en Aragón».
En Palencia, hay «esperanza», dice su presidenta, Rosa María Andrés. Con una inversión de 5,7 millones para su licitación, ya hay sobre la mesa un plazo de ejecución de 18 meses y el espacio está ya «localizado» en las obras del hospital. «Yo llevo aquí cuatro años y no hemos dejado de insistir», expresa, porque es una «urgente necesidad» y acabar con esta situación de «inequidad» respecto a toda España. Por ello esperan que esta vez sí sea el momento de acabar con los viajes a Valladolid y Burgos para recibir los tratamientos de radioterapia.
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