La «triste» despedida de 'La Galatea', la última librería de la calle Libreros de Salamanca
La venta del edificio donde se ubica obliga al emblemático negocio de publicaciones antiguas a cerrar sus puertas el próximo 30 de marzo
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Iniciar sesiónComo ocurre en otras tantas ciudades españolas, la calle Libreros de Salamanca debe su nombre a que, en un momento de la historia de la ciudad, fue el enclave elegido por muchos negocios vinculados al libro para su ubicación. Tras la instalación de la ... primera imprenta y librería de Salamanca, allá por el siglo XV y de la mano de Elio Antonio de Nebrija, muchos otros libreros siguieron su ejemplo, lo que daría finalmente el nombre a la vía excepto entre 1902 y 1933, en que pasó a denominarse Conde de Romanones, en reconocimiento por el interés que había tenido este por la Universidad salmantina.
De esta manera, estos preciados negocios compartían vía en la ciudad universitaria con enclaves tan referentes con las Escuelas Mayores o Casa Museo de Unamuno. Así lo hacía desde hace 28 años 'La Galeta', un rincón literario de publicaciones antiguas que, con el paso del tiempo, se había convertido en el testigo último de lo que fue aquella calle para estos negocios. Sin embargo, la vida de esta librería tiene los días contados, según explicaba hace unos días su propietaria, Begoña Ripoll, que se ha visto obligada la lanzar deprisa y corriendo la campaña de «liquidación por desalojo» tras recibir una carta certificada por parte de la propiedad del número 28 de la calle Libreros donde se la comunicaba oficialmente que el precioso edificio donde se ubica había sido vendido.
El anuncio lo hace en el último 'post' del blog de la propia librería que titula 'La pascua triste': «Hace apenas un mes estaba comprando una nueva biblioteca y metiendo cajas en la calle Libreros. Ahora me resta exactamente un mes para empaquetar y trasladarme a... ¿?», detallaba, explicando que esta decisión le obliga a «liquidar» los fondos de La Galeta en apenas cuatro semanas, debido a que «me es imposible retirar de golpe los miles de libros (antiguos y modernos), discos de vinilo, carteles, grabados, cromos, exlibris, cuadros (...) y demás mobiliario y 'trastitos' varios de decoración que han ido entrando en la librería en los últimos quince años«.
Aunque ayer, lunes, era un habitual día de cierre en La Galatea, no fue así. La noticia había corrido como la pólvora por la ciudad universitaria y el trasiego fue constante en el establecimiento desde su apertura. «Estoy desbordada», comentaba a este diario la propia Begoña a última hora de la tarde del lunes.
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«Si estás por Salamanca y te apetece, entra en la librería y hazte una foto antes de que el espacio desaparezca. Si quieres ayudar, compra un último libro en La Galatea o difunde este comunicado…», sugería la dueña en el citado blog, en el que se proponía no «llorar» y sí «exprimir» al máximo este último mes «frente a la rana de la famosa Universidad de Salamanca» hasta que el 28 de mayo baje la persiana del local definitivamente.
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