Treinta millones para revitalizar las cuencas mineras y el entorno de Garoña

El programa trata de contrarrestar los efectos en estas zonas del Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia de España que en su apuesta por la descarbonización y las infraestructuras verdes se ha traducido en la última década en el cierre de minas y térmicas y de la central nuclear de Garoña, con las consecuentes pérdidas de miles de empleos directos e indirectos en las zonas rurales en las que se asentaban y en las que sufren la despoblación y falta de medios para la prestación de servicios. En total eran 184 los municipios que podían optar a esta convocatoria con una partida de 91 millones de euros, de los que cerca de una tercera parte se han quedado en la Comunidad. Se quedan fuera, por «insuficiencia de presupuesto» 9 proyectos que planteaban invertir 64 millones.

En concreto, de las 30 iniciativas apoyadas con esta línea de ayudas, diez se corresponden con el área de influencia de Garoña –con subvenciones por valor de 5, 8 millones–, y la veintena restante con las cuencas, con ayudas de 23,9 millones que se localizan sobre todo en la provincia de León, que suma 16 iniciativas y 19,1 millones.

Los apoyos contemplan la financiación de costes de actuaciones como la rehabilitación de edificios y espacios públicos para nuevos usos (residencias de ancianos o centros de atención de personas con discapacidad o menores) y también para la habilitación de viviendas de carácter social. Asimismo, se han subvencionado iniciativas enfocadas a la innovación digital, promoción del emprendimiento y desarrollo económico, así como infraestructuras ambientales para la puesta en valor del medio natural y la regeneración de las zonas. En Burgos y Palencia destacan más las rehabilitaciones de infraestructuras para una segunda vida, mientras en León se proyectan más acciones ambientales y económicas.

Destacan entre los proyectos con mayor subvención la reforma y rehabilitación de la residencia del Valle de Tobalina (Burgos), que recibe una aportación de tres millones; la recuperación del ferrocarril entre Cubillos y Villablino (León) para su uso industrial y turístico –4 millones recibe la puesta en marcha del tren 'Ponfeblino'–; una plantación de castaños entre seis municipios bercianos, con un apoyo de 3,2 millones; o la rehabilitación de la antigua escuela de artes y oficios de Santullán, Palencia, con un desembolso de 1,8 millones.

Esta vez sí, se podría decir que Castilla y León sale «bien parada» en el primer reparto de fondos para la Transición Justa del Gobierno. Es, al menos, la impresión general que transmitió ayer Mario Rivas (PSOE), el presidente de la Asociación de Municipios en Transición Justa, la antigua ACOM que aglutinaba a los alcaldes de las cuencas carboneras y que se ha visto ampliada con los ayuntamientos donde han cerrado centrales térmicas y nucleares.

Rivas compara las cantidades con el dinero que se destina al resto de los «territorios en transición» en Asturias, Aragón, Galicia o Andalucía y hace «una valoración positiva en el conjunto de la comunidad», ya que Castilla y León es la región que sale «más beneficiada»; especialmente la provincia de León y más concretamente, el Bierzo y Laciana.