Suscribete a
ABC Premium

Trazos del periplo que inspiró a García Lorca

Florencio Maíllo desanda los pasos del pintor por la provincia de Salamanca mediante una muestra pictórica que anida en una decena de municipios y desenmaraña aquel viaje existencial hacia el folclore charro

UN MARCO POLO ESPAÑOL

Florencio Maíllo junto a sus obras en el patio de La Salina en Salamanca ICAL

ABC

SALAMANCA

Nueva York, 1929. La intelectualidad neoyorkina, desenvuelta y absorta, pide bises sin ningún tipo de remilgo. Los próceres de Columbia no se pueden creer que exista una melodía «tan bonita y con tanto ritmo» como la que acaban de escuchar, así que desean hacerlo ... de nuevo. Y así lo manifiestan, consecuentemente, y hasta en cuatro ocasiones, según testimonios. La canción es 'El burro de Villarino', un clásico del cancionero salmantino que hunde sus raíces en La Ribera charra, y quien la canta al piano con innata pasión es, ni más ni menos, que Federico García Lorca, proyectado al mundo 'ad eternum' como símbolo del arte y sempiterna figura de progreso.

Artículo solo para suscriptores

Esta funcionalidad es sólo para suscriptores

Suscribete
Comparte esta noticia por correo electrónico
Reporta un error en esta noticia