Según ha informado CCOO en un comunicado, para el ERTE, la parte social y la empresa acordaron un complemento al 85 por ciento del salario y el cien por cien de las pagas extra y de las vacaciones. Por su parte, para el ERE, se redujo el número de puestos afectadas con recolocaciones internas, prejubilaciones a partir de los 55 años, 45 días de indemnización por año trabajado sin límite de mensualidades y una indemnización mínima y lineal por año completo trabajado. Así, de los setenta despidos que planteaba inicialmente se pasaría a 64. Se contemplan, seis recolocaciones en otras plantas.
Este viernes, el comité de empresa ha convocado a la plantilla a una asamblea vinculante para explicar el preacuerdo y ofrecer todos los detalles pormenorizados a las personas trabajadoras, de cara a que sean ellas quien decidan mediante una votación si están conformes con el preacuerdo.
CCOO considera el preacuerdo como un «paso positivo» para ayudar a las personas trabajadores afectadas, pese a reconocer que la situación «es difícil y hay preocupación por el futuro de la planta». La parte social se compromete a «seguir vigilante» y a buscar apoyo institucional para mantener el empleo en la región.
En un principio, la compañía planteaba el despido de 70 trabajadores a través de un expediente de extinción y otro de regulación de empleo que afectará a los 176 trabajadores restantes.
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