Shock en el barrio vallisoletano de Pajarillos por la muerte de Mónica: «No te imaginas que va a pasar esto»

A la llegada de las patrullas al bloque ubicado en Pajarillos Alto comprobaban que, efectivamente, había un incendio en la casa de al lado en la que poco después los bomberos encontrarían el cadáver de la mujer, de 49 años. Yacía muerta en el suelo con el cuerpo parcialmente quemado y un cuchillo clavado en el pecho. Ni rastro del otro habitante de la vivienda, Juan, la pareja de la víctima, al que la investigación apuntaba desde el principio como principal sospechoso y que fue finalmente localizado y detenido ya por la tarde en la ciudad de Vigo, a más de 400 kilómetros de distancia del lugar había aparecido el cadáver de Mónica. Allí fue llevado a dependencias judiciales para tomarle declaración. Será a lo largo de la mañana de este martes cuando sea trasladado a Valladolid, donde en la Comisaría de Delicias se procederá a su toma de declaraciones.

Mientras, efectivos de la Policía Científica de la capital vallisoletana han retomado este martes las labores de búsqueda de pruebas en la vivienda incendidada donde apareció el cuerpo. Según detallan fuentes de la Subdelegación del Gobierno en Valladolid, «se está llevando a cabo una inspección técnico-ocular para la toma de pruebas e indicios que puedan esclarecer cuáles fueron las causas del incendio».

El crimen se destapó en el desarrollo de las labores de extinción del fuego. Tras entrar en la casa por la ventana, los bomberos dieron con el cuerpo de la mujer y apreciaron evidentes signos de violencia. Además del arma que supuestamente acabó con su vida aún en el cuerpo de Mónica, se veían varias heridas que podían haber sido producidas por arma blanca. En el inmueble se encontraban también los cadáveres de tres perros, perecidos supuestamente por inhalación de humo, según apuntaron desde la Subdelegación del Gobierno.

Tras el hallazgo, las patrullas se multiplicaron en el barrio vallisoletano. Mientras se procedía al levantamiento del cadáver y su traslado al Instituto Anatómico Forense para la procedente autopsia, la Científica comenzaba a peinar la casa y los efectivos de la Policía buscaba cualquier indicio que condujera hasta el presunto asesino. No se descartaba ninguna hipótesis, pero pronto desde la Delegación del Gobierno para la Violencia de Género advertían de que «estamos recabando datos del presunto asesinato por #ViolenciaDeGénero de una mujer en la provincia de Valladolid».

Ha sido ya este martes pasadas las 14.00 horas cuando el Ministerio de Igualdad ha confirmado como presunto caso de violencia de género la muerte de Mónica. Se trata del primero en Castilla y León en lo que va de año y su confirmación eleva a 29 el número de mujeres que han sido víctimas de la violencia machista en 2024. En señal de respeto y condena ha convocado un minuto de silencio ante las Subdelegaciones y Delegación.

A pie de un edificio precintado, con las persianas que los bomberos habían tenido que arrancar para poder entrar a la vivienda aún en el suelo, los vecinos tenían claro que había sido la pareja de Mónica quien había acabado con su vida. A Juan le describían como un «tipo violento» y «conflictivo» con el que habían tenido múltiples encontronazos. Bidones de pintura arrojados por la ventana, el corte de los cables de la televisión, amenazas con un cuchillo o peleas varias que habían acabado en los tribunales eran algunos de los episodios que narraban mientras aguardaban para poder volver a entrar al interior de sus casas.

Ella, decían, todo lo contrario. «Era maravillosa». Desde la pandemia se le veía «mas decaída», pero tampoco podían imaginar que su «historia» podría «acabar así», comentaban sus vecinos, que hasta la una de la tarde no regresaron a sus domicilios. En el 3ºB, el precinto de la Policía en una puerta a la que habían llegado las llamas atestiguaba el horror que se había vivido en su interior unas horas antes.

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A las cuatro de la mañana los residentes de las viviendas colindantes habían oído un fuerte golpe, pero «él no estaba bien» y lo mismo daba «martillazos» o se ponía «con el taladro» en plena noche. La calle donde se ubica el inmueble, peatonal, es punto de encuentro de largas veladas a la fresca. Nada confirmaba que ese ruido tuviera que ver con la muerte de Mónica pero de ser así, quien la causara habría tenido tiempo de huir de la escena del crimen, como sucedió finalmente.

A media mañana el subdelegado el Gobierno en Valladolid, Jacinto Canales, apuntaba que la Policía Nacional mantenía abiertas distintas líneas de investigación y estaba «trabajando para esclarecer tanto el origen del incendio como la posible agresión a la víctima». Había «pistas de por dónde podría estar el presunto responsable de estos hechos» y esa labor tuvo éxito varias horas después en tierras gallegas.