Sánchez pide el voto local para evitar pactos PP-Vox como el de la Comunidad

En este sentido, se detuvo expresamente en lo que consideró un ataque del Ejecutivo castellano y leonés al Diálogo Social y, más concretamente, en la supresión del Servicio de Relaciones Laborales (Serla), al que no se ha asignado presupuesto lo que, en la práctica, ha provocado su desaparición. Frente a ello, destacó cómo el Gobierno de España logró 15 acuerdos con patronal y sindicatos.

Tras la polémica de la semana con las medidas de la Junta para las embarazadas que el vicepresidente, Juan García-Gallardo (Vox), defendió como «provida», lo previsible era que Sánchez se lanzase al ruedo dispuesto a desplegar todo su arsenal. Sin embargo, tan sólo hubo una referencia al asunto en cuestión para denunciar la «obsesión que tienen (por PP y Vox) con las mujeres y con la idea de perpetuar la desigualdad». «No lo vamos a permitir, vamos a defender los derechos de las mujeres y vamos a continuar con nuestra agenda socioeconómica para mejorar sus condiciones materiales, aprobando una reforma laboral que reduzca la precariedad, sobre todo en las trabajadoras». clamó.

Después de repasar y presumir de cuantas medidas económicas ha tomado su gobierno, Pedro Sánchez se dedicó por unos minutos a lo que de verdad, se supone, le llevó ayer hasta la capital del Pisuerga y, así, se dirigió a algunos de los candidatos, como el vallisoletano Óscar Puente, del que dijo que, gracias a él, la ciudad «es un referente en reindustrialización y movilidad sostenible». Del leonés José Antonio Diez destacó «su buena gestión, la proximidad y la empatía con los vecinos» y del burgalés, Daniel de la Rosa, «su capacidad para gobernar en minoría». También se refirió a la segoviana Clara Martín, a la que responsabilizó de haber convertido a Segovia en una referencia cultural que genera riqueza por múltiples vías».

Antes del presidente del Gobierno, fue el turno de dos de los aspirantes. La primera, la candidata a la alcaldía de Palencia, Miriam Andrés, quien advirtió de que «o somos nosotros o va a ser una derecha reaccionaria cuyos efectos estamos sufriendo en esta Comunidad». Antes, auguró que «nos van a devolver las alcaldías que nos dieron las urnas», en referencia a lo sucedido en 2019 cuando el PSOE ganó en Palencia pero un pacto PP-CS dejó el consistorio en manos de la formación naranja. «Hubo un intercambio de cromos para que Tudanca no levantase las alfombras en la Junta», aseguró. Se refirió, además, a los «candidatos escondidos, agazapatos y, en casos como Valladolid, cruzando los dedos para no ser alcalde».

Fue este, precisamente, uno de los argumentos del anfitrión del acto, el alcalde de Valladolid y candidato, Óscar Puente, quien después de halagar a algunos de sus colegas, demostró que ya ha entrado en faena y comienzan las críticas hacia su más directo adversario, el popular Jesús Julio Carnero, contra el que, hasta el momento, no se había pronunciado. «La primera tarjeta de presentación de los candidatos del PP es que son bien mandados y con quien primero están es con Mañueco». Por contra, para Puente «ser alcalde obliga a gobernar incluso contra tu propio partido». En este sentido, recordó que «nadie me empujó para ser candidato». También atacó a Mañueco al considerar que el presidente de la Junta se hizo el viernes «un autorretrato perfecto» al decir que Pedro Sánchez es «un personaje sin escrúpulos que no duda en hacer cualquier cosa por mantenerse en el poder». Puente terminó por advertir que la alternativa al PSOE es «otro García-Gallardo que diga al alcalde lo que tiene que hacer», haciendo así referencia a la Junta.