Un verano interesante

Vayamos con lo último que afecta mucho a Castilla y León. En febrero de 2022 se celebraron las últimas elecciones en nuestra Comunidad. El resultado exigió formar el primer gobierno de coalición entre PP y Vox. Era la única solución para conformar una mayoría de gobierno estable y que permitiera una legislatura sin grandes sobresaltos. Hoy ni lo uno ni lo otro se ha cumplido. El entendimiento entre los socios ha ido de mal en peor. Había rumores de que la comunicación entre los dos líderes de los partidos era nula o casi nula. En los últimos meses parecía que eran dos facciones de un gobierno en el que cada una iba por libre. La ruptura se preveía e incluso alguna vez se habló de adelanto electoral. La ruptura se consumó por un asunto de escasa relevancia, el acogimiento de poco más de veinte menores.

Podríamos preguntarnos si Vox acierta con esta decisión. No sé qué pasa por la cabeza de los dirigentes de este partido, alineado con la derecha extrema en Europa, pero mucho me temo que han hecho un análisis erróneo de la sociedad española. Si piensan que, en las próximas citas electorales, en Castilla y León en el 2026 y en España en el 2027, van a obtener un resultado parecido al de Le Pen en Francia, están muy equivocados. La sociedad española no ha llegado al hartazgo de la francesa, los problemas sociales y políticos de nuestros vecinos no los tenemos aquí y, finalmente, un discurso extremista, catastrofista, apocalíptico y negacionista no genera adhesiones, todo lo contrario, los españoles quieren soluciones a sus problemas, quieren ver que los proyectos políticos se pueden realizar y desean sobre todo seguir viviendo en paz y no destruir lo que tanto ha costado construir: un estado de bienestar solidario y que permite a cada cual desarrollar su proyecto vital.

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Salvador Rus Rufino

La espantada de Vox del gobierno de Castilla y León lejos de ser un problema es una oportunidad para que el PP realice su proyecto político y social para Castilla y León sin las trabas de un socio que limitaba su actuación. Es la oportunidad de tomar medidas para una Comunidad que desea superar los problemas que le aquejan y le impiden despegar con fuerza hacia un porvenir mejor para todos. En fin, es la hora de realizar un cambio profundo en y para Castilla y León. En dieciocho meses se verá cómo valoran los electores este tiempo y a este gobierno.