UN TIEMPO PROPIO
Reconstruir juntos tras el fuego
«No basta con reparar lo quemado, hay que invertir en reforestación inteligente, en prevención real»
Después del fuego, ¿qué normalidad?
Un verano diferente
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Iniciar sesiónLos incendios de este verano han dejado una huella dolorosa en Castilla y León: miles de hectáreas arrasadas, paisajes transformados para siempre y familias que han visto arder sus casas, sus cultivos y buena parte de su vida. El fuego no distingue entre montes, pueblos ... o personas, lo arrasa con todo. Y ahora, la pregunta clave es, ¿cómo nos levantamos de nuevo?
La respuesta no puede ser otra que la unidad y el compromiso. Ni la Junta de Castilla y León, ni los ayuntamientos afectados, ni los propios ciudadanos podrán hacerlo por separado. La magnitud de la tragedia exige un esfuerzo colectivo que convierta la reconstrucción en un verdadero proyecto común.
La administración autonómica debe liderar ese proceso con decisión. Hace falta financiación suficiente, medidas rápidas y planes a medio y largo plazo. No basta con reparar lo quemado, hay que invertir en reforestación inteligente, en prevención real, en infraestructuras que protejan a los pueblos y en más medios para quienes luchan contra el fuego cada verano.
Los municipios, que conocen las heridas de sus vecinos de primera mano, son los que mejor pueden organizar la ayuda. Necesitan apoyo para dar soluciones inmediatas a quienes han perdido su vivienda o sus medios de vida. También son los que pueden impulsar la participación de las asociaciones, los voluntarios y las empresas locales en la recuperación del territorio.
Y la ciudadanía no puede quedar al margen. La reconstrucción no es solo recibir ayudas. Supone implicarse en el cuidado del entorno, apoyar proyectos de repoblación, vigilar el cumplimiento de las normas y apostar por un uso sostenible de nuestros montes. Del compromiso de todos depende que las tragedias no se repitan con la misma fuerza.
La buena noticia, en un entorno arrasado, es que de esta catástrofe puede surgir una oportunidad. Si hacemos las cosas bien, el premio será mayor que la simple vuelta a la normalidad. Podremos levantar pueblos más seguros, bosques más preparados frente al cambio climático y economías rurales menos frágiles. En definitiva, un futuro más fuerte que lo que el fuego destruyó.
El día de la marmota en la política española
Salvador Rus RufinoLos incendios nos han recordado lo vulnerables que somos. Pero también nos han ofrecido la ocasión de demostrar que, cuando trabajamos juntos, somos capaces de transformar el dolor en esperanza.
El fuego ha devorado todo lo que damos por sentado. Ahora nos corresponde demostrar que, cuando todos trabajamos unidos y comprometidos con un proyecto, lo que renace puede ser aún más fuerte, más justo y más duradero que lo que se perdió. La reconstrucción es una obligación compartida, pero también una oportunidad histórica para mejorar nuestra tierra. Que las llamas no se lleven la ilusión de un futuro mejor. Está en nuestras manos hacerlo posible.
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