un tiempo propio
¿Es La Moncloa igual a Miraflores?
La deriva de Venezuela es preocupante. No sabemos todavía cuál será el final. También causa preocupación la deriva que está tomando la política española
Los Juegos Olímpicos
Un verano interesante
Esta funcionalidad es sólo para registrados
Iniciar sesiónNo me refiero al excelente restaurante de El Bierzo, ni a la preciosa Cartuja de Burgos, sino a los palacios residencia de los presidentes de España y Venezuela. Dos lugares que ejercen una curiosa y perniciosa atracción que les hace perder el sentido de la ... realidad y piensan que su posición es permanente y no interina. Los que llegan a esos palacios deben saber que su estancia es limitada y que están allí para conseguir mejorar la vida de todos los ciudadanos, les hayan votado o no, compartan su ideología o no, muestren adhesión a sus proyectos políticos o no.
Pero tanto La Moncloa como Miraflores se han convertido en centros para desarrollar una actividad política que tiene un nombre: ocupación sistemática y continua del poder y controlar todas las instituciones. Desde estos lugares sus inquilinos colonizan todo el Estado. Estas residencias presidenciales se han convertido en un espacio donde se van subsumiendo todas las personas e instituciones que configuran una nación libre y democrática. Es un lugar en el que debe confluir todo con el único propósito de controlar la vida política en su conjunto. Nos encontramos una vez más con la profecía de Orwell en la obra Rebelión en la granja, donde una vez establecido el orden social y político entre los animales, un grupo, los cerdos, se declararon por que sí, superiores al resto y, por tanto, tenían derecho a dominar y controlar a toda la población, sin control alguno.
Hace casi 250 años durante el ciclo revolucionario que conmovió los cimientos políticos de América del Norte y Europa, se produjo un cambio fundamental: el paso de súbdito a ciudadano. Es decir, el ser humano dejaba de ser alguien sometido a un poder externo que imponía su voluntad, a ser dueño de su destino y a participar activamente en el gobierno de su comunidad. Desde ese momento se han ido consiguiendo cada vez más libertades y ejerciendo un control más estricto y eficiente sobre el ejercicio del poder.
Aquellos que no quieren controles sobre su desempeño político. Los gobernantes que desean convertir sus ideas y sus palabras en políticas que suelen beneficiar a unos pocos. Los mandatarios que tienen como único fin permanecer en sus poltronas. Todos estos son los representantes genuinos de la involución que quieren convertir a los ciudadanos en súbditos y usar el poder como patrimonio personal al servicio de sus intereses.
La deriva de Venezuela es preocupante. No sabemos todavía cuál será el final. También causa preocupación la deriva que está tomando la política española. No sólo se ha polarizado a la sociedad, también se está rompiendo la unidad política, financiera y social con cesiones a grupos muy minoritarios, con el único fin de asegurar la permanencia en el poder de una persona y de un grupo que actúa acaparando todos los resortes de control del poder y todas las instituciones del Estado. La libertad y una forma de vida están en juego. No nos dejemos aplastar por una minoría que busca sus intereses, miremos con ojos críticos qué sucede en Venezuela.
Límite de sesiones alcanzadas
- El acceso al contenido Premium está abierto por cortesía del establecimiento donde te encuentras, pero ahora mismo hay demasiados usuarios conectados a la vez. Por favor, inténtalo pasados unos minutos.
Has superado el límite de sesiones
- Sólo puedes tener tres sesiones iniciadas a la vez. Hemos cerrado la sesión más antigua para que sigas navegando sin límites en el resto.
Esta funcionalidad es sólo para suscriptores
Suscribete
Esta funcionalidad es sólo para registrados
Iniciar sesiónEsta funcionalidad es sólo para suscriptores
Suscribete