Los Juegos Olímpicos

La importancia de los Juegos Olímpicos ha ido creciendo. Desde los primeros Juegos Olímpicos se celebraron bajo los auspicios del Comité Olímpico Internacional en el Estadio Panathinaikos en Atenas entre el 6 y el 15 de abril en los que participaron 241 atletas de 14 países que compitieron en 43 eventos de 9 deportes, hasta la concurrencia actual que superan los diez participantes, hay una historia en la que muchas veces se ha mezclado la política con el deporte. Ha habido momentos en los que parecía peligrar la celebración de algunos Juegos. Se ha sufrido el boicot de países importantes como los EE.UU. y Rusia. El terrorismo también ha sacudido este evento con su zarpa mortal. Y se han vivido momentos complicados que se han superado y se ha fortalecido el movimiento y el espíritu olímpico como lo soñaron Pierre de Coubertain y el rico filántropo Evangelos Zappas.

Por otro lado, los Juegos Olímpicos es una muestra de la pujanza de una ciudad, donde se celebran y de una nación que lo patrocina. El mundo entero durante varias semanas está pendiente de lo que sucede en esa ciudad que sale miles de veces a través del televisor mostrando las excelentes instalaciones, las comunicaciones modernas, la belleza de sus calles y plazas y el encanto que atraerá en los próximos años a una legión de turistas, que querrán conocer los escenarios de las gestas deportivas.

Noticia Relacionada

UN TIEMPO PROPIO

¿Está en peligro la libertad?

Salvador Rus Rufino

La pregunta que debemos hacernos es, ¿necesita París, Los Ángeles y Brisbane, sedes de los próximos Juegos Olímpicos, esa propaganda? La respuesta es que no. Estas ciudades ya atraen un número de visitantes suficientes para no necesitar los Juegos para promocionarse. El COI debería replantearse las próximas concesiones para promocionar otros lugares menos conocidos, pero que disponen de solvencia y de medios para organizar los Juegos.

España merece unos nuevos Juegos Olímpicos. En el año 1992 mostramos al mundo entero la capacidad para organizar un evento de esa magnitud. En esta ocasión no debería competir una ciudad en solitario, sino que debía tomar ejemplo de París que ha establecido varias subsedes en diferentes lugares. Lo ideal sería presentar una candidatura con varias subsedes donde se desarrolle la competición de distintos deportes. Así el beneficio de los Juegos Olímpicos se distribuye y alcanza a varios lugares que serán más y mejor conocidos en todo el mundo.