Salamanca analiza los desafíos de la transformación digital en la economía española

En la clausura, el rector de la Universidad de Salamanca, Ricardo Rivero Ortega, ha señalado el «desafío que supone incorporar y comprender la disciplina transversal de la inteligencia artificial en nuestro acervo y metodología científica», porque, «al final, se trata de gestionar la limitación del conocimiento humano y lograr resultados más constructivos para el futuro».

Tras recordar que en Salamanca se defendió en el siglo XVI la teoría del precio justo y el libre albedrío de la inteligencia humana, «por encima de lo que aporta la inteligencia artificial estará siempre la libertad del ser humano», concluyó Rivero.

Por su parte, Jaime Gil de Aluja, presidente de la RACEF, subrayó el importante papel de la Escuela de Salamanca encabezada por Francisco de Vitoria como el axioma de la verdadera libertad de pensamiento.

Gil Aluja, padre de la teoría de la incertidumbre y experto en lógicas multivalentes o borrosas, ha presentado en Salamanca un nuevo algoritmo que ayuda a la optimización del personal de empresas e instituciones en función de las tareas digitales a realizar y la descripción de los puestos de trabajo.

El presidente de la RACEF también ha anunciado la inminente publicación del artículo 'Tentative Algorithm for Neurological Disorders', donde ha elaborado junto al neurólogo y profesor de la Universidad de Tel Aviv Jean Askenazy, un algoritmo para la mejora del diagnóstico del Parkinson.

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El académico ha añadido que el algoritmo «está probado para la detección precoz de esa enfermedad», y ha reconocido estar muy ilusionado porque puede ayudar a muchas personas, gracias a que «se puede frenar el proceso degenerativo».

El estudio determina, con más precisión que los actuales métodos médicos, el nivel de afectación de la enfermedad en los pacientes. «Hemos avanzado en el tiempo con un algoritmo humanista como el que proponemos, a través del cual somos capaces de conocer absolutamente todas las posibles conexiones mentales que existen entre las neuronas afectadas y los síntomas de la enfermedad, para así conocer su grado o nivel de incidencia sin error ni omisión», señaló Gil Aluja, quien ya elaboró otro algoritmo para mejorar la detección del Alzheimer.

Gil Aluja también es el autor de algoritmos para la gestión y asignación de los menores no acompañados, «menas» a familias de acogida en su libro «Migraciones», así como otros para poner fin a la pandemia de forma más rápida y segura posible y para frenar el calentamiento global al mínimo coste.

En este último caso, se trata de una optimización en la reducción y eliminación del dióxido de carbono en la atmósfera gracias a un algoritmo elaborado con las premisas de la lógica difusa, fruto de aplicar sus teorías de matemáticas no numéricas sustentadas en procesos de relación, asignación, agrupación y ordenación.

En la jornada académica han participado destacados docentes, tanto de la Universidad de Salamanca como de la RACEF y el acto ha servido de marco para la firma de un convenio de colaboración entre la universidad y la Real Academia perteneciente al Instituto de España.

Las ponencias han corrido a cargo del propio Gil Aluja, los académicos numerarios Vicente Liern, Montserrat Guillén, Enrique López y José Daniel Barquero, así como de los catedráticos de la Universidad de Salamanca Juan Manuel Corchado y Julio Pindado, además de la profesora Dolores García.