De la Rosa se relame con el adiós de la edil del PP que se veía alcaldesa de Burgos

Sin admitir aún abiertamente que optará a la Alcaldía por otras siglas, sí reconoció que personas de su entorno han creado un partido a su medida. Según explicó, no dará a conocer su decisión de ser o no cabeza de esta candidatura hasta la fecha de la convocatoria electoral, el 3 de abril. Considera que se trata de una «cuestión de respeto al que ha sido su partido durante los últimos diez años» y al que asegura, pese a sus recientes movimientos, que sido leal hasta el último momento en su trabajo diario. «Quiero cerrar esta etapa de forma razonable sin hacer daño ni socavar la imagen del Partido Popular» donde «hay concejales muy válidos que han trabajado mucho», dijo.

Blasco puso también a disposición del PP su acta de concejal «para que decidan en qué momento debe dejar de serlo». La respuesta fue rápida. Si apenas media hora antes de su anuncio de Blasco, la candidata escogida finalmente por el partido para optar a la alcaldía, Cristina Ayala, aseguraba no saber nada y estar «tranquila» porque sigue su hoja de ruta en la precampaña, minutos después el Grupo Municipal ya había registrado un escrito en el Ayuntamiento para solicitar la entrega del acta de concejal y la exclusión de Blasco. Además, elegía a Andrea Ballesteros, presidenta de las Nuevas Generaciones del PP en Castilla y León, como nueva portavoz municipal en lugar de la edil rebelde.

Ya por la tarde, era el presidente provincial del PP, Borja Suárez, el que comparecía ante los medios para criticar el «personalismo» de Blasco. A preguntas de los periodistas, sin reconocer que esa candidatura local puede restar votos al PP en los comicios locales de mayo, sí admitió que «sumar no suma». Lo que si detalló es que se trata de un problema que «venía de atrás», aunque no concretó si se originó con su no aceptación como candidata o en alguna situación anterior. Preguntado acerca de si había hablado con ella, indicó que tienen «conversaciones pendientes». «No me ha sentado nada bien enterarme por los medios. Son circunstancias de la táctica política», afirmó, aunque señaló que tiene un «respeto» por el trabajo de la concejala durante sus diez años de trayectoria en el partido.

Acompañado por cinco de los concejales populares (César Rico, Maribel Bringas, César Barriada, Carolina Álvarez y Andrea Ballesteros) y el viceportavoz en las Cortes de Castilla y León, Ángel Ibáñez, consideró que «toca pasar página». «Esto es un palo en la rueda, pero no es la primera vez que le pasa al PP este tipo de cosas y sabrá estar a la altura», apuntó, poniendo en valor que cuentan con el «mejor proyecto, equipo y alternativa de futuro».

Mientras, el alcalde de Burgos y candidato a repetir el cargo, el socialista Daniel de la Rosa, se frotaba ayer las manos (y los ojos) y destacaba que el PP «está en shock desde que perdió las elecciones y que «no es una opción convincente». Para el regidor el que es su principal rival para gobernar la ciudad «está más desorientado que nunca», a lo que añadió que «lo más importante es que su electorado también lo está». «Por suerte -aprovechó a decir-, hay una opción de centro, progresista, centrada en la ciudad de Burgos que representa el PSOE» porque «es este partido y no otro el que va a asumir la responsabilidad de mantener la gobernabilidad, estoy convencido, con la confianza de la mayoría de los burgaleses».