Rodrigo Tamariz, coordinador artístico del Fàcyl: «Queremos exportar cultura con el sello de Castilla y León»

«La peculiaridad de los festivales modernos europeos, pero sobre todo los norteamericanos -Estados Unidos y Canadá- es que sus nombres tienen un empaque potente que luego se puede exportar. Los espectáculos que en ellos se crean no sólo duran cuatro, cinco o seis días del evento, sino que pueden estar girando uno, dos o tres años», sostiene Rodrigo Tamariz, coordinador del festival con sede en Salamanca, quien considera que esto sólo se consigue «creando espectáculos internacionales, pero que tengan el sello de Castilla y León».

Con esa idea, Fàcyl ha duplicado en esta edición la producción propia. Serán ocho espectáculos, entre los que destaca, por ejemplo, 'El huerto de las maravillas', el montaje de Imaginart Teatro que tendrá como espacio el Huerto de Calixto y Melibea y en el que junto a artistas de Castilla y León participarán otros procedentes de Ucrania y China.

La performance 'Bestiario Tradicional', en la que participa el Conservatorio Superior de Música de Castilla y León y el mapping colectivo que artistas españoles desarrollarán junto a los de la Escuela de Arte de Kumamoto (Japón) en la Plaza de los Anaya son otros de los montajes que destaca como ejemplos de esa 'filosofía' que nutre el Festival Internacional de las Artes de Castilla y León: «Este tipo de producciones hace que puedas exportar cultura en nombre de Fàcyl».

Rodrigo Tamariz lleva, con la presente, dos ediciones al frente de la coordinación artística del evento y, «a diferencia del año pasado, ya empezamos a asentar estas ideas. Las gente comienza a saber que en Fàcyl no sólo va a ver espectáculos tradicionales de teatro, conciertos... También cosas innovadoras y estrenos mundiales». Pone como ejemplo la propuesta de 'game mapping' que tuvo el año pasado, que inspira también 'Game on de Wall', que tendrá lugar esta edición en la Casa de las Conchas, o la performance 'Color Emotions' que tendrá lugar en el Claustro de Anaya, en la que «conectando cintas adhesivas de varios colores y proyectando videomapping por la noche creamos una inmersión para el espectador».

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A juicio de Rodrigo Tamariz, montajes como este es lo que está «diferenciando» la producción de Fàcyl, que tenga «ya una cierta relevancia» y «se empiece a conocer una línea clara de lo que es este festival». «No podemos pasar de un festival de teatro a otro de música indie y de este a otro de electrónica porque pierde identidad. Nuestro sello es la vanguardia, las nuevas tecnologías, la cooperación, la colaboración, la creación nueva... Poco a poco lo tenemos que ir integrando».

Destaca el coordinador artístico que participar en la producción significa también la extensión en el tiempo del festival: «La filosofía de Fàcyl es estar todo el año creando», y pone como ejemplo el espectáculo que tendrán de 'mapping infantil' para el que han enviado sus propuestas «mil niños» de Salamanca.

Considera que la ciudad del Tormes está camino de volver a sentirse orgullosa de su festival: «Espero que sí se perciba que Fàcyl vuelve a ser lo que se quiso que fuera». Una prueba de ello es la ocupación turística que se espera en la ciudad de cara al fin de semana: «Estamos ahora mismo en el 85 por ciento. Eso implica que ya está teniendo algo de éxito» .