Rescatan un huevo de buitre negro de un nido tras morir el macho al chocar con el cable de un tendido eléctrico

A la alerta por el fallecimiento de un ejemplar de una especie amenazada que se está tratando de reintroducir por diversas zonas de España se unía la alarma de que Aramol esperaba descendencia. Era la 'mitad' de la pareja reproductora que formaba con Bioco. Habían sido 'padres' tan sólo unos días antes. Y en esta especie la implicación del macho y la hembra es clave tanto para sacar adelante el huevo como en los primeros días de vida del polluelo. Ambos comparten la incubación y el cuidado de la cría realizando relevos para no abandonar el nido y poder alimentarse, si bien la hembra es la que permanece más tiempo durante la incubación.

Ella ya llevaba unos quince días realizando sola esta labor. Así que «ante el escenario improbable» de que Bioco «pudiera sacar adelante sin la ayuda del macho el hueco que incubaba», el colectivo Grefa en colaboración y bajo la supervisión de agentes de Medio Ambiente de la Junta de Castilla y León rescataban del nido al huevo. Un «rápido y exitoso operativo» que se llevaba a cabo el 6 de marzo, destacan desde la organización ambiental, que este jueves han dado a conocer los detalles de la operación, en la que fue necesaria la colaboración de agentes medioambientales especializados en trabajos de altura, pues el nido estaba en lo alto de la copa de un pino de gran tamaño.

El huevo «continua su desarrollo embionario con normalidad» en los incubadores que Grefa tiene en el centro de cría de buitre negro y otras especies en Majadahonda (Madrid), a los que fue trasladado de forma «urgente», señala su presidente, Ernesto Álvarez.

El objetivo es «garantizar» el nacimiento del pollo de esta especie que únicamente realiza una puesta de un solo huevo al año. Además, la celeridad de la operación también se justifica, destacan desde Grefa, en que se intenta «que la hembra se pueda emparejar otra vez con algún macho flotante no emparejado de buitre negro y mantener el territorio».

Amarol y Bioco formaban parte del grupo de aves que están siendo reintroducidos desde hace ocho años con el objetivo de crear una colonia reproductora en la sierra de la Demanda, en colaboración con la Junta de Castilla y León y el Gobierno de La Rioja. El macho comenzó a volar por estas tierras burgalesas en 2017. Un año después lo hacía la hembra. Desde 2023 formaban la pareja que ha roto el tendido eléctrico.

Precisamente, desde la organización no gubernamental piden la «corrección de todos los tendidos eléctricos» en las zonas de reintroducción de esta especie amenazada para evitar la electrocución de las aves. En el caso de la que al parecer causó la muerte de Amarol sí se había rectificado, pero carecía de dispositivos anti-colisión, señalan desde Grefa.