¿Tiene relación lo que comen los cerdos con sus emisiones?
Un proyecto del Itacyl estudia soluciones naturales para mejorar la salud del porcino y a la vez reducir los gases que genera un sector con 4,7 millones de cabezas en Castilla y León
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Iniciar sesión¿Tiene relación lo que comen con lo que los gases que emiten? Parece que sí. Y precisamente ahondar más en la raíz de esa vinculación en el caso del porcino para intentar poner soluciones es lo que busca el proyecto SANPOR, las siglas que ... acortan una iniciativa sobre el control no antibiótico de patologías digestivas de la microbiota ambiental para la mejora de la sanidad animal y la reducción de emisiones en las fases de transición y cebo del cerdo blanco. Un largo enunciado para una investigación en la que trabaja desde hace unos meses el Instituto Tecnológico Agrario de Castilla y León (Itacyl) con un objetivo principal: evaluar soluciones antimicrobianas naturales que permitan mejorar la sanidad y bienestar animal y con ello la reducción de las emisiones. Y es que, sí, aunque todavía están trabajando en ello, ya tienen claro que la alimentación tiene una incidencia directa no sólo en el estado de los animales, sino también en los gases que generan.
Su reducción es un objetivo que no es nuevo, pero este estudio da un paso más hacia conseguir «disminuir la cantidad de estiércoles» que produce el porcino blanco «aumentando la eficiencia, la digestibilidad de la dieta», apunta el investigador José Gómez, del Centro de Pruebas de Porcino del Itacyl. Y es que ya hace tiempo que se busca reducir esos efectos, puesto que, reconoce Gómez, la producción estiércoles «puede ser un problema si no se maneja de forma correcta». Pero, añade, de forma adecuada es un «abono de valor añadido incontestable». Así, también buscan que al guardarlos «disminuya todo lo posible las emisiones a la atmósfera» de los gases de posible efecto invernadero que se liberan. Y, a la vez, «controlar» la aplicación en el campo de tal manera que la emisión sea «mínima y el aprovechamiento» sobre los cultivos «máximo» para «evitar» que «sobre nitrógeno» y termine filtrándose y contaminando las aguas.
Un problema del que Castilla y León, por desgracia, sabe y sufre mucho. De ahí la importancia de estudios como éste para reducir desde lo que comen los cerdos lo que emiten. No en vano, el del porcino es un sector clave, el principal dentro agroganadero. Las 4,7 millones de cabezas de cerdos suponen el 17,3 por ciento de toda la cabaña ganadera de la Comunidad, la tercera con el mayor censo e España (donde se superan los 34,7 millones, siendo el tercer país productos en el mundo, tras gigantes como China y Estados Unidos) y sólo por detrás de Aragón (9,8 millones) y Cataluña (8,5). En la Comunidad, sobresale Segovia, con 1,37 millones de cabezas de porcino. Y en esta provincia está precisamente la explotación Granjas Baeza-Fraile que colabora con este estudio, coordinado por la empresa Lalleman Animal Nutrition. Una alianza a tres con el Itacyl y cofinanciada con fondos europeos FEADER con un fin claro: «Aumentar la eficiencia y disminuir la huella ambiental».
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La novedad es el producto empleado (levadura, esto es, probiótico) para medir cómo incide en la salud o rendimiento de los animales y a la vez ver cuáles son sus emisiones (purines). Pues, precisa el investigador, no todo lo que se ingiere se transforma en proteína, sino que una parte «se aprovecha y otra se excreta». «Hacer más con menos», el lema que siguen, «y que todo lo que sea necesario utilizar, tenga la menor huella», subraya José Gómez, consciente de que la ganadería es señalada como fuente emisora de gases de efecto invernadero y en su disminución llevan trabajando tiempo.
Y, advierte, la ganadería intensiva «busca alimentos sanos, seguros y baratos», pero choca con esa imagen proyectada de «parece que tiene que ser la de Disney». Sin olvidar que la alimentación animal, y en concreto la del porcino, «es un sector importante» también, destacan desde la Consejería de Agricultura, Ganadería y Desarrollo rural. Consume 2,4 millones de toneladas y genera el 13 por ciento de la producción nacional para esta especie ganadera.
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