Una red cada vez más amplia de apoyo a proyectos viables

Un proyecto en el que ambas llevaban trabajando tiempo y que ha fraguado este mes de julio, cuando la Junta General de Socios de ambas dio en su reuniones del 10 y 24 de julio el 'sí' al proceso de integración. Año y medio de trabajos previos hasta alumbrar este nuevo hito en el devenir de Iberaval. Siempre bajo la premisa y lema que defiende con ahínco su presidente, César Pontvianne: «Que ningún proyecto viable se quede sin financiación».

Y para atender esas necesidades de acceso al crédito, la veterana Sociedad de Garantía continúa con sus proceso de expansión. De su origen en Castilla y León allá por el año 1981 ha pasado a estar presente con sedes físicas en seis comunidades una vez que se concrete la integración con Socarga. En su tierra de origen cuenta con hasta diez oficinas, ubicadas en cada una de las nueve capitales de provincia, más otra en Ponferrada. También en el centro de Logroño 'luce' el cartel de Iberaval, después del desembarco de la SGR en La Rioja en 2010.

Hace más que abrió sus puertas la primera oficina en Madrid. Corría el año 2000 cuando la Sociedad de Garantía castellano y leonesa aterrizaba en la capital, donde ahora tiene una sede cerca de la céntrica zona de Santiago Bernabéu. Y ha ampliado su presencia en la comunidad vecina con otras dos: una en Fuenlabrada, para atender las necesidades de financiación de pymes, autónomos y emprendedores del sur de Madrid, y otra en Alcobendas.

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También de manera presencial opera en Galicia. Lo hace desde 2017. En principio, desembarcó «para dar respuesta de forma específica» a operaciones financieras vinculadas a los sectores de la pesca y el transporte tras la fusión previa con la SGR Transaval, aunque hoy en día atiende «a todo tipo de pymes con proyectos viables», el 'leit motive' que mueve a Iberaval. Además, dispone de una oficina satélite en Ciudad Real, sumando también Castilla-La Mancha a la red de seis comunidades en las que está presente físicamente tras el acuerdo con su hómologa cántabra, donde el cartel de Iberaval se situará en un local en planta de calle en el centro de Santander.

Para materializar el canje de esta última operación de integración, el importe total del aumento de capital requerido asciende a 11,2 millones de euros, que llevará a que Iberaval culmine el proceso con un capital de 121 millones de euros. Además, el acuerdo incluye la cesión en su Consejo de Administración a dos representantes cántabros (un consejero del Gobierno de Cantabria y otro de CEOE-Cepyme de esta comunidad). Al igual que en Castilla y León, donde Iberaval tiene el apoyo de la Junta, fijará líneas de colaboración con la administración de la región vecina.

A efectos más prácticos de cara a la atención de los proyectos beneficiarios, la fusión «pone el foco en la multiplicación de la actividad y el riesgo vivo SGR actual que tiene Cantabria», así como en el incremento de la operación máxima financiable y una «mayor difusión» de la función de las entidades de garantías en esa comunidad, junto a una «mayor eficacia en la gestión».

Iberaval, que actualmente ya representa más de una quinta parte del Sistema Nacional de Garantías español, cuenta con más de 40.000 asociados, el 65 por ciento de Castilla y León. A cierre del primer semestre de este año, mantenía financiados más de 23.600 proyectos empresariales, por un importe superior a los 1.715 millones de euros que contribuyen al sostenimiento de más de 251.000 puestos de trabajo.