Empresas
Queso en el metaverso, un 'superalimento' a base de insectos... la innovación gana peso en el emprendimiento
25 años de Wolaria
La aceleradora de empresas Wolaria sopla las velas de 25 ediciones con 239 creadas en su historial y más de un millar de empleos generados desde 2012
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La «primera quesería en el metaverso». Es lo que define a Apolo Food, un proyecto en el que junta pasado y tecnología del futuro desde Valladolid, según defendía uno de sus impulsores, Jonh Domingo, en el minuto escaso para convencer a la audiencia de las posibilidades de su negocio. Al análisis de gases de forma simultánea se dedica Astracpec, una 'spinoff' surgida de la Universidad de Valladolid que busca «revolucionar» el mundo de los gases, confía Guillermo López. Por su parte, 'Camionisto' es la plataforma ideada por Daniel Paniagua para poner en contacto a empresas y conductores con el fin de cubrir las demandas de un sector con dificultades para encontrar profesionales del volante.
'E-Pisteme' es el nombre del proyecto lanzado desde Salamanca para «inspirar a jóvenes y mujeres» por el mundo de la ciencia, mientras 'Element 106' es la propuesta de David Bravo desde Segovia que con un 'scape room' lanza retos para ir aprendiendo los valores europeos. «Diseñamos soluciones que motivan desde el juego», destaca.
Para que los docentes puedan crear contenidos a través de videojuegos y comprobar la evolución Iván Gómez ha lanzado 'GameStudio', «desde Zamora para el mundo». Un software de entrenamiento visual con base en Salamanca o generar un «superalimento» a base de la cría de un insecto como el tenebrio melitor, la apuesta de Insectropia, que también trabaja en lograr un fertilizante con la misma base. «Pionera en España» es la segoviana Ovintegral, que busca una «transformación» del mundo del ovino dando servicios tanto a su explotación como a otras para el tratamiento integral de la lana.
Estos son sólo algunos de los proyectos creados en el seno de Wolaria, la aceleradora de empresas de la Junta que desde 2012 ha impulsado la creación de 239 firmas surgidas de 290 startups en Castilla y León.
Tener una idea, que además sea buena, y la seguridad de que puede convertirse en un negocio rentable no siempre es suficiente para que se haga realidad y sacar un rédito. Incluso cuando ya está rodado, el mundo de los negocios puede dibujarse como una empinada cuesta. Y es que no sólo hace falta pensar el qué, el cómo, el dónde ubicarse... Hay todo un conjunto de factores que también pesan sobre el éxito. Financiación, gestión, tecnologías, marketing, legislación... que pueden abrumar. Para evitarlo y, además, ayudar a tomar impulso, está precisamente Wolaria.
Más allá de las cifras, un dato importante sobre este programa público de emprendimientoes el alto grado de supervivencia, esto es, que no fueron flor de un día. Y es que el 78 por ciento se mantenían pasados tres años. Un conjunto de empresas que -otro número relevante- permitieron la creación de 1.150 empleos y lograron un apoyo financiero cifrado en 50,8 millones de euros, según destacaba el consejero de Economía y Hacienda, Carlos Fernández Carriedo, en el cierre de la XXV edición de la Aceleradora de Empresas Wolaria: 'Impulsando el emprendimiento innovador'.
Wolaria «busca, sobre todo, ayudar a aquellos proyectos o empresas que están empezando, y que tienen un componente tecnológico, a que ese proceso de consolidación sea más seguro, más sólido y más rápido», señala Augusto Cobos, director general del Instituto para la Competitividad Empresarial (Icecyl). Y no sólo es el campus «de aceleración» en el que durante tres o cuatro meses reciben formación y participan en talleres sobre las más variadas materias que afectan a la empresa, sino que también durante cinco años se ofrece un «acompañamiento integral», lo que hace que «su crecimiento sea más sólido y la tasa de supervivencia, mayor», subraya Cobos. Así, están para ayudar en aquellos «problemas de cualquier tipo» que puedan ir planteándose y que al tratarse de empresas de algo contenido tecnológico «no son los tradicionales».
«Emprender es un máster, sobre todo en finanzas», como reconocía Isabel, una de las empresarias que en una edición anterior participó en los campus de Wolaria y alentaba a sus nuevos compañeros en esta aventura en el día de su 'graduación'. «Aprendes sobre la marcha. Metiendo la pata», advertía para que no caigan en el desánimo si alguna vez se equivocan. Y otro consejo más: «Llevar a grandes profesionales» aquellas cuestiones «que no sabes».
Perfil cambiante
Son proyectos de lo más variado, pero con un denominador común: hacer realidad que esa idea se convierta en negocio y, una vez en marcha, seguir creciendo. Eso sí, «ha ido cambiando mucho» el perfil de quienes se suben a la aceleradora de Wolaria, de modo que ahora pesan más las de carácter tecnológico. Y es que, como reconocía Fernández Carriedo, también la demanda ha variado. Aunque hay algo que ha permanecido casi imperturbable con el paso del tiempo, pero con matices: el perfil. En «general» son jóvenes, con talento y un proyecto que «arriesgan su futuro y su vida» por hacer realidad ese sueño, valoraba el consejero. También en los últimos tiempos ganan peso los 'senior' con un cierto «bagaje» en el sector en el que ahora se ponen como responsables de un proyecto así como empresas que ya están creadas y requieren de ese apoyo para la «aceleración y crecimiento», señala Augusto Cobos.
Es el caso, por ejemplo, de Asís Valentín-Gamazo, uno de los 'wolarios' de la edición de las bodas de plata. Un joven vallisoletano a punto de cumplir 28 años que hace cuatro dejó la abogacía y, junto a unos amigos que en lo profesional no compartían nada -otro era 'filmmaker', uno estaba en el mundo de las finanzas...- decidieron convertir en negocio el que era su punto de unión y afición: la caza.
Ahí nació Ferox, una plataforma digital a modo de red social para compartir información y debatir sobre la actividad cinegética en la que se da cobijo a aficionados, promotores de cacerías, organizaciones, marcas, instituciones.... Fue entre finales de 2023 y principios de 2024 cuando empezaron a crecer de forma más notable e incluso «recibir inversión», pasando también de 7.000 a 60.000 usuarios, ya ocho socios, quince trabajadores e inversores, apunta Asís Valentín-Gamazo. Tienen claro que «primero» deben afianzar su presencia nacional, pero ya piensan en la internacionalización y ponen en su punto de mira a Estados Unidos, dada su importancia en el sector.
«Muy enriquecedor»
Cuando Asís entró a participar en Wolaria, el negocio ya estaba en marcha. Reconoce que les ha aportado «un valor añadido» con formación sobre financiación, ventas, marketing digital... Y, sobre todo, destaca, les ha «ayudado» a «enfocar de forma más certera los objetivos y atacarlos de forma más eficaz». «Poner los pies en la tierra» y «pensar más de dos veces cada cosa», recalca este joven empresario, quien valora los talleres de expertos «que te ayudan a pensar en cosas que no habías caído» o esos compañeros en Wolaria que, pese a ser de sectores muy diversos, comparten su interés por «cómo vender mejor, focalizar la estrategia y objetivos» o que desde un 'mundo' ajeno propicia una visión diferente. «Muy interesante», considera la experiencia. En el fondo, señala este vallisoletano, todos comparten estar en ese «barco» que es la aventura de emprender: «Una travesía por el mar en la que no tienes la garantía de llegar a buen puerto». Aún así, «sólo encuentro cosas buenas», ya que «te obliga a sacar lo mejor de ti». No exento, reconoce, de «quebraderos constantes».
«Muy enriquecedor» valora sobre la experiencia tras formar parte de la última edición de Wolaria, un programa gratuito de apoyo al emprendimiento innovador de Castilla y León. Una aceleradora de empresas pública «pionera» reconocida como la primera de España y la trece entre 2.000 europeas, según Financial Times, destacaba Fernández Carriedo.
«Ser empresarios es la vocación más loable, más justa y mejor que se puede tener», alentaba a los graduados el 'padrino' de las dos últimas promociones, el presidente de Empresa Familiar Castilla y León (EFCL), Isidoro Alanís, quien destacaba el papel de Wolaria como «instrumento referente para la sociedad de progreso». El también fundador de Global Exchange -empresa líder en el cambio de divisas, con origen y sede en Salamanca y presencia en los cinco continentes- incidía en defender el papel del empresario y eso alentaba a hacer a sus 'ahijados'. «Somos los generadores de riqueza, empleo e impuestos», defendía, advirtiendo a la vez de los «momentos no fáciles» que atraviesan.
«Tenemos que exigir respeto y que no se nos considere continuamente como los malos de la sociedad», lamentaba Isidoro Alanís en su impulso a batirse en esta batalla a sus 'apadrinados', esos «quijotes que van a salir a luchar y cabalgar contra los molinos». «Sois unos héroes», alentaba el empresario que desde esa compañía que en 1996 se adentraba en el negocio del cambio de divisas en la frontera con Portugal ha devenido en una firma líder en el sector. «Si yo lo pude hacer, ellos desde luego, también», con la confianza que en esas empresas que toman impuso de la mano de Wolaria en unos años también «sean un referente».
Y unos consejos: «Vuestros clientes son lo más importante que tenemos», pues «ellos son los que nos pueden despedir». También, la advertencia: «El cerebro no duerme». «Trabajo, pasión y a por ello».
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