El PSOE asegura que desconocía la investigación a Juan Luis Cepa por supuesta agresión sexual a un menor

En esta ocasión, la investigación judicial en curso como presunto autor de un delito de agresión sexual (antes abuso sexual) que pesa sobre Juan Luis Cepa, quien hasta el lunes era diputado en las Cortes autonómicas por Salamanca. Hasta que explotó un caso que se arrastra desde hace un año, pero que, según ha insistido la número tres de los socialistas en Castilla y León, no conocían ni en la dirección del partido ni en el grupo parlamentario.

Fue el lunes, ha recalcado, cuando tras saber de la dimisión de Cepa y la posterior nota del Tribunal Superior de Justicia de Castilla y León (TSJCyL), conocieron los hechos, «cuya existencia, índole y naturaleza» ignoraban. Quien sí tenía la mosca detrás del oreja «desde el viernes» fue el secretario general del PSOE de Salamanca, David Serrada.

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Según ha reconocido Ana Sánchez, le habían llegado «cosas» como que Cepa -nombre que la secretaria de Organización no pronunció ni una sola vez en su comparecencia y al que desde el primer momento ya puso el prefijo de ex- podía estar incurso en una investigación judicial que «ni sabe de qué índole ni de qué naturaleza». Y es ahí, ha dicho, cuando el dirigente socialista llama al veterano político y le recuerda «el alto nivel de exigencia» que tiene su partido y le pide que les dé explicaciones.

Forzado y, pese a que su abogado y entorno le aconsejaron que no lo hiciera, Cepa tomó la «decisión personal» de dejar el cargo, ha manifestado a ABC, insistiendo en su «conciencia tranquila». «Sé que no he hecho nada», ha sostenido y ha asegurado que no sabe quién presentó la denuncia por unos hechos «del año pasado» en Ciudad Rodrigo (Salamanca).

«Ni sé quién es ni dónde vive ni nada de él», ha reiterado sobre el denunciante, con quien al parecer entró en contacto a través de una aplicación (Grindr), aunque no ha querido ahondar en el asunto hasta hablar este miércoles con su abogado. Según ha afirmado, desde el juzgado lo que tiene son unas diligencias previas, pero desconoce en qué situación está. Por eso, ha justificado que no había comunicado «nada» al respecto al partido. «Hasta saber en qué situación legal estaba yo», ha apostillado.

«Aparezco en una conversación», ha añadido el ya exparlamentario socialista, que conoce del procedimiento judicial que ha acabado con sus 30 años de vida política y un cuarto de siglo de militancia en el PSOE.

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Así, Ana Sánchez ha instado a que sea la Justicia la que se pronuncie y que sea su ya excompañero de filas quien «se defienda». «Si puede», ha apostillado en varias ocasiones, con su 'sentencia' clara y marcando distancias: «Nadie sobre quien recaiga la más mínima sospecha de abuso sexual ni de otra índole puede formar parte del Partido Socialista».

Así que a hechos conocidos, dimisión en pleno agosto inhábil consumada en el Registro de las Cortes de Castilla y León, en las que el salmantino tenía escaño desde 2011 y formaba parte de la ejecutiva autonómica del PSOE. «Lo único que estaba en nuestra mano», ha dicho Sánchez, era la expulsión.

Y es la ficha que movió, con comunicación expresa a la Ejecutiva Federal para la salida «inmediata» de Cepa de la formación de la rosa. «Sé cómo funciona esto», asumía el investigado, quien decía «entender que, ante la rumorología y un tema tan delicado», le pidiesen su marcha, que él no tenía previsto formalizar, al menos con tanta premura.

«Entiendo que el partido no quiere verse involucrado», asumía tras el portazo. Aunque, ha añadido: «Sí echo de menos algo de empatía personal». Pese a ello, dijo que ha habido compañeros que sí le han llamado «dando ánimos».

Quien ha asegurado que no lo ha hecho ni lo va a hacer es Ana Sánchez, que ha respondido tajante sobre si ha mantenido algún contacto con quien era su compañero de filas tras conocer los hechos el lunes. También vicepresidenta segunda del Parlamento autonómico, ha aseverado que en virtud de ninguno de sus cargos sabía de la petición del TSJ sobre la condición de Cepa como aforado.

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«Les aseguro que la familia socialista de Castilla y León se siente profundamente indignada y dolida por esos hechos», ha defendido la secretaria de Organización, en una comparecencia que «jamás» habría querido hacer, en la que ha mostrado su apoyo a la presunta víctima y tras arrancar con un «buenos días por decir algo».

Rostro serio, rompía el silencio mantenido durante casi 24 horas desde el PSOE después de estallar el caso que ha motivado la segunda dimisión en el grupo parlamentario tras la salida en febrero del soriano Ángel Hernández después de haber sido detenido y pasar la noche en el calabozo como presunto autor de un delito de violencia de género por lanzar amenazas a su pareja y aporrear la puerta de su casa. Dos hechos que Sánchez se ha negado a vincular.

El partido, ha señalado, como otro grupo social, «no está exento de que entre sus miembros haya quienes se aparten del camino de la ley».

Más de un día después, vía red social, también se pronunciaba el secretario general del PSOE de Castilla y León, Luis Tudanca, quien aseguraba en X sentirse «absolutamente consternado e indignado».

«Ante la denuncia de hechos tan repugnantes, condena absoluta, apoyo a la víctima y respuesta contundente. No se me ocurre nada peor», añadía, a la vez que mostraba su esperanza de que «no sea cierto». «Pero no puede haber tibieza alguna. Hasta las últimas consecuencias», concluía Tudanca. Desde el PP exigían explicaciones y no se olvidaban de señalar las dos dimisiones por asuntos judiciales en las filas socialistas.