La prevención como 'salvavidas' laboral

Entre enero y septiembre se han contabilizado 21 accidentes graves menos que en el mismo periodo de 2022, lo que supone una disminución del 13 por ciento. También notable caída, resaltan, de los accidentes mortales, con 17 menos y una reducción que roza el 39 por ciento en las cifras de personas que se han dejado la vida en su puesto laboral.

Los infartos, que siguen siendo la principal causa de mortalidad entre los trabajadores de Castilla y León, también mejoran sus cifras. Han pasado de 20 a 11 casos, lo que supone una mengua del 55 por ciento.

Aprovechando la Semana Europea de la Seguridad y la Salud en el Trabajo, desde la Consejería han destacado su decidida apuesta por la prevención de riesgos laborales, con ayudas y acciones formativas, como las que llevadas a cabo en diferentes colegios de la Comunidad estos días. También acciones formativas por las provincias como la 'Ruta del bienestar laboral hacia las empresas saludables', la de 'Inteligencias artificial aplicada a la prevención de riesgos laborales', 'Trabajos en cubiertas', 'Amianto. Enemigo invisible' o 'Empresas saludables y promoción de la salud en el trabajo'.

En esta línea de apuesta por la prevención se enmarca el Plan Estratégico de Seguridad, Salud y Bienestar 2023-2025firmado con diferentes colegios profesionales oficiales de Castilla y León y que ha convertido a la Comunidad en «pionera» en la creación de esta herramienta para «que las empresas puedan prevenir los riesgos laborales de forma activa». Y es que el plan va «más allá» de los conceptos de protección y prevención, de modo que aborda el «cuidado integral de los trabajadores en sus aspectos físicos y, sobre todo, mentales«, tal y como destacó en la firma del acuerdo el consejero.

El plan que busca reducir la siniestralidad y que, a tenor de las cifras, transita por la senda adecuada, teniendo en cuenta que la historia reciente arrojaba cifras de siniestralidad al alza. En esa política de fomento de la prevención como herramienta para rebajar los accidentes en el puesto de trabajo y de camino a él, la Consejería también ha convocado varias líneas de ayuda dirigidas a que las empresas puedan poner en práctica planes de bienestar.

Entre las nuevas subvenciones destacan las dirigidas a la retirada del amianto y sustitución de cubiertas frágiles que contengan este material y su cambio por otras superficies también transitables. Busca un «doble» objetivo: por un lado, la eliminación de este agente que puede causar cáncer de pleura y pulmón; por otro, quitar el riesgo de caída desde altura, especialmente en este tipo de cubiertas.

Otra de las líneas es la de Seguridad Rural, puesta en marcha en colaboración con las diputaciones. Está encaminada a la renovación de maquinaria en centros de trabajo en municipios de menos de 20.000 habitantes -la mayoría en Castilla y León-. En este campo, destaca en el punto de mira el sector de la agricultura, que representan el 6,5 por ciento de todos los que se registran en la región. En lo que va de año, sus datos también han mejorado, pues en el acumulado de enero a agosto los accidentes mortales en jornada de trabajo se han reducido a la mitad, pasando de cuatro a dos, a la vez que han caído los que han supuesto baja (cuatro por ciento menos).

Otra línea de subvención en el capítulo de prevención es la que atañe a los lugares de trabajo. En este sentido, la Consejería ha puesto en marcha una nueva subvención dirigida a modernizar las instalaciones de empresas e invertir en zonas comunes que permite financiar la reforma de vestuarios, la dotación de taquillas o la mejora de los locales para el descanso de los trabajadores durante sus pausas. También cubre la mejora de la iluminación, las condiciones de temperatura, humedad y velocidad del aire para «reducir» el riesgo de golpe de calor y exposición a grados extremos durante el verano.

Entre las novedades en este sentido lanzadas por el departamento de Veganzones, la línea de subvención sobre bienestar laboral. En este caso, «pone el foco» en «frenar» los problemas relacionados con los accidentes cerebrovasculares, ya que «son la primera causa de siniestralidad laboral» en Castilla y León. En este caso, tiene un carácter «preventivo» con el objetivo de crear centros de trabajo «cardio protegidos« mediante la adquisición, instalación y formación para el uso de desfibriladores para personal no sanitario de modo que en caso de necesidad su actuación puedan »salvar« las vidas de los propios trabajadores y empresarios.