Premios Educa Abanca: los mejores entre los mejores

Destacan por su trabajo, por la investigación y la innovación que aplican a su docencia y han sido propuestos por sus alumnos o por los padres de estos. Cinco profesores de Castilla y León son finalistas de los Premios Educa Abanca, que eligen anualmente al ... mejor docente de España en cada una de sus seis categorías. En concreto, en la de Educación Infantil figura la asesora lingüística inglesa Kathryn Susana Escribano Hawken, del CEIP Narciso Alonso Cortés de Valladolid, mientras que en ESO y Bachillerato ha sido seleccionado el profesor del Colegio Santa Teresa de Jesús de Valladolid José Ignacio Gago Alonso.

En Educación no formal ha sido nominada la docente burgalesa Cristina Juárez Romo, del centro 'Sonrieducando', y entre los diez seleccionados en FP está el profesor del CFP Río Duero de Valladolid Juan Carlos González Hernández. Completa la lista Ruth Pinedo González, profesora en la Facultad de Educación de la Universidad de Valladolid en Segovia. El día 24 de febrero, en una gala en La Coruña, se conocerán los ganadores.

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Kathryn Susana Escribano Hawken, asesora lingüística en el CEIP Narciso Alonso Cortés

«Debemos tener bien claro qué queremos enseñar y buscar cómo hacerlo»

Como un «gran honor» se ha tomado la nominación la asesora lingüística del Colegio Narciso Alonso Cortés de Valladolid Kathryn Escribano, «sobre todo porque hayan sido las familias las que te han propuesto y sin ser tutora». Es la segunda nominación que recibe, después de la del año pasado, que no tomó en serio al pensar que era una broma. Lleva 24 años dando clase en el colegio, lo que ha supuesto «que ya esté dando clase a hijos de mis primeros alumnos», comenta, mientras cree que uno de los motivos que ha pesado para que se encuentre entre los diez finalistas de la categoría de Infantil es el ser «una apasionada de mi asignatura y creo que eso se transmite». A pesar de confesarse «tecnófoba», el afán porque sus alumnos no perdieran el ritmo de aprendizaje durante la pandemia le llevó a crear, por ejemplo, un canal en 'You Tube' para que «siguieran recibiendo las clases de inglés». Ahora realiza listas de reproducción con vídeos de lo hecho en clase que les sirven para repasar. Además, lleva el Plan de Lectura del centro y cree que «hay que tener bien claro lo que quieres enseñar y buscar muchas maneras de hacerlo». Su objetivo, en definitiva, es que «se encuentren a gusto con el inglés, que no tengan miedo» y que ese gusto también lo sientan por la lectura.

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Juan Carlos González, profesor del CFP Río Duero de Valladolid

«Sin innovación sería inviable crecer y mejorar»

Para Juan Carlos González, haber llegado a estar entre los diez finalistas de la categoría de FP al ser propuesto por sus alumnos «es ya una satisfacción». Para este docente en varios ciclos de Grado Medio de Deportes y de Grado Superior en Educación Infantil, que además es el coordinador pedagógico y de convivencia en el Centro de Formación Profesional Río Duero, la innovación es fundamental: «Sin ella no podríamos crecer, sería inviable, es necesaria para mejorar, como pasa en otras carreras como la de Medicina». Su forma de ver la docencia tiene que ver con una concepción alejada de las clases magistrales de antaño: «Hace treinta años nos impartían clase, nos examinaban y nos daban una nota y ahora planteamos retos educativos, en lo que somos pioneros en el centro, y el alumno es el protagonista del aprendizaje y se implica más, aumenta la motivación porque ve que lo que tiene como contenido se refleja en una aplicación práctica», sostiene. Tiene claro que «si Castilla y León tiene buenos resultados educativos es porque los profesionales nos implicamos bastante», investigando, formándose, diseñando nuevas situaciones de aprendizaje y haciendo partícipe al alumno de procesos como el de evaluación.

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Cristina Juárez, maestra en el CIE 'Sonríeducando' de Burgos

«Un docente debe tener una mirada con ojos de niño»

Cuando acabó sus primeros estudios, Cristina Juárez se planteó que «quería hacer algo diferente porque veía que en Burgos había una necesidad de cambiar un poquito la forma de enseñar que no estaba cubierta por nadie» y arrancó su Centro de Innovación Educativa 'Sonrieducando' en un aula que creó en su propia casa. Hoy, siete años después, forma equipo con otros tres docentes dando clases de refuerzo educativo en un local independiente. Cristina, que es Maestra de Primaria con mención en Educación Física e Inglés, Máster en competencias educativas en la intervención con menores y experta en dislexia y lectoescritura y educación emocional, su «ámbito más fuerte», también imparte clases en 2º y 4º de Pedagogía en la Universidad de Burgos. Asegura que ser seleccionada para los premios «fue una sorpresa que no esperaba» y dice que lo que debe primar en un docente es que tenga «una mirada con ojos de niño. Así es como enseño». Ella buscó «crear un espacio de confianza al que el niño quisiera venir porque si viene contento quiere decir que tiene una predisposición a querer aprender». Tienen 140 alumnos en sus clases de refuerzo e imparten talleres de robótica y STEAM y realizan campamentos temáticos de verano.

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Ruth Pinedo González, profesora en la UVA en el campus de Segovia

«A veces, usar tecnología no conlleva aprendizaje»

Profesora del área de Psicología Evolutiva y de la Educación en la Facultad de Educación de la Universidad de Valladolid en Segovia, Ruth Pinedo da clase en el doble título de Infantil y Primaria y en el Máster de Investigación e Innovación Educativa. Sus alumnos, los que un día serán maestros, son los que apostaron por ella para los premios. Cree que su manera de impartir docencia, con «dinámicas muy activas para que pierdan el miedo a hablar» es lo que ha influido en su nominación. Les anima a hacer preguntas, pero no las que puedan hacer en Google o ChatGPT: «Las buenas preguntas son las que generan debate, que exploran cuestiones que no son superficiales y eso genera mucho diálogo», afirma. Su metodología «se centra en la comprensión, no en la memorización», sostiene, y añade la importancia de conseguir que sean críticos. «Siempre digo que tengo que enseñar esto con un doble objetivo porque no es solo para que ellos aprendan sino para que luego enseñen a pensar a sus estudiantes, que son los niños y niñas de Infantil y Primaria. Intentamos que tengan en cuenta diferentes puntos de vista», porque «no siempre dos más dos son cuatro, al menos en educación», dice esta doctora en Psicología por la Universidad de Salamanca. Además, coordina el Grupo de Investigación en Educación y TIC, formado por 56 docentes de todas las etapas educativas, y con él intentan precisamente eso, «promover el pensamiento profundo o la comprensión en los niños y niñas». Asimismo, como directora del 'Centro VirtUVa', que ofrece formación permanente a los profesores de la UVA, considera que «no podemos perder el foco de lo relevante, que es que los alumnos aprendan y a veces usar tecnología no conlleva más aprendizaje; pueden divertirse más, que no está mal, pero si no aprenden, no sirve». Y pide «que los políticos pongan de su parte» y «no nos cambien las normativas cada dos por tres», que «cuenten con los implicados».

5

José Ignacio Gago Alonso, profesor del colegio Santa Teresa de Valladolid

«Hay que aprender sobre tecnologías como la IA para poder guiar a los alumnos»

Para José Ignacio Gago, ser nominado a los premios Educa Abanca no es algo nuevo. Quedó 5º de 2021 y 3º en 2022, en la categoría por la que es finalista, Secundaria y Bachillerato. Sus alumnos apuestan por él, pero considera que también «es una cuestión de suerte» y que ese año los seleccionados cuenten con méritos suficientes -se evalúa lo hecho en formación, innovación e investigación, docencia, etc., en el año que se valora-. En todo caso, para quien también ha recibido uno de los 'Global Teacher Awards', «es un acicate y una responsabilidad porque detrás hay personas que creen en ti y te nominan». Gago también trabaja en mediación en su colegio, labor por la que ha recibido la Medalla al Mérito Profesional de la Escuela Española de Mediación y Resolución de Conflictos. Sus metodologías en clase son activas, con trabajo por proyectos que motiven a sus estudiantes. Un ejemplo son los retos de matemáticas que les lanza a través de redes sociales. Esa forma de enseñar las ecuaciones hace que «entren al trapo, les guste y aprendan», afirma. «Esto lleva trabajo de montaje y edición, pero vale la pena», añade.Este año también trabaja en un proyecto que su colegio ha puesto en marcha en colaboración con el Ayuntamiento de Valladolid, por el que un centenar de niños y niñas de Primaria y ESO detectarán las barreras arquitectónicas que hay en la ciudad y harán propuestas de mejora para el Consistorio. En ello se han involucrado también los padres y madres de los alumnos.Para este salmantino, otro reto «muy grande y complicado», pero a la vez «una oportunidad» que tienen los docentes es lidiar con tecnologías como la Inteligencia Artificial, «porque hay que cambiar la manera de evaluar», pero cree que «hay que aprender a manejarlas a la vez que los chavales para intentar guiarles».

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