El PP gana en Castilla y León y el PSOE aguanta el tipo

Esta vez, desde la formación de la gaviota vuelven a afianzar su dominio y aumentan en cinco parlamentarios su presencia en la Cámara Baja (tenían 13), mientras el PSOE mantiene el tipo y consigue conservar los 12 escaños de hace casi cuatro años. A la vez, Vox baja de seis a únicamente uno, el logrado por Valladolid, la provincia con más actas en liza. Los de Santiago Abascal pierden así su representación por Ávila, León, Salamanca, Segovia y Zamora, donde sí consiguieron hacerse con un diputado en noviembre de 2019.

El PP ha sido la fuerza más votada en las nueve provincias de Castilla y León, aunque a la hora de 'raspar' escaños ha empatado a dos con el PSOE Burgos y León, donde había cuatro en juego, además de en Valladolid, donde Vox se ha hecho con el quinto en liza. También tablas en Soria, donde los dos partidos tradicionales se reparten el par de escaños en disputa.

El PP se impone en Ávila, con dos actas y una para los socialistas, mismo reparto que en Palencia, Segovia y Zamora. Mayor diferencia en Salamanca, donde los populares consiguen tres por una del PSOE.

La pérdida de parlamentarios por parte de los de Abascal se trasvasa al PP, que gana cinco respecto a hace menos de cuatro años, acogiendo también en su seno los apoyos de Ciudadanos, que no se ha presentado a estas elecciones y sí lo hizo en 2019, aunque no logró representación en la Carrera de San Jerónimo por Castilla y León.

Salvo el escaño de Vox en Valladolid, los dos partidos tradicionales dominan así el reparto de escaños en Castilla y León, donde Sumar se ha quedado fuera. La lista de Yolanda Díaz, que no hizo campaña en esta Comunidad, no llega a los 100.000 apoyos y apenas supera el 7% de las papeletas depositadas.

También los que no logran entrar en las Cortes Generales son los partidos provincialistas. Tras su 'éxito' en las autonómicas de febrero de 2021 en Castilla y León, consiguiendo una representación en el Parlamento regional jamás vista, su 'tirón' no ha sido suficiente para que ni Soria ¡Ya!, que consiguió tres de los cinco procuradores; ni UPL (Unión del Pueblo Leonés), que subió también hasta los tres escaños, ni Por Ávila hayan logrado el suficientemente apoyo para dar su salto a Madrid. UPL ronda los 22.000 votos, por apenas 9.300 para la formación soriana y unas 7.000 para la abulense.

De este modo, son los grandes partidos tradicionales, además de una escueta presencia de Vox, los que volverán a sentarse en la Cámara Baja por la Comunidad, tras una jornada en la que hasta 27 listas concurrían por hacerse con uno de los 31 escaños en juego por Castilla y León.

La subida del PP, que no logra llegar a su techo de 22 escaños de 1996 y 2000 (se elegían dos diputados más que en estas ocasión), llega de la mano de un importante repunte en el porcentaje de papeletas para la formación de la gaviota. Sube cerca de diez puntos respeto al resultado de 2019 y supera el 41%. Son nueve de ventaja sobre el PSOE que, aún así, también mejora en la porción de la tarta que se lleva, hasta sobrepasar el 32% (algo más de un punto más que hace cuatro años).

Por su parte, Vox, si bien es cierto que en porcentaje de votos no resta mucho (cerca de tres puntos menos que en la anterior cita), con menos del 14% en el conjunto de Castilla y León sí pierde cinco escaños.

En la última cita con las urnas para unas generales, el PP fue el partido que sacó más rédito a los votos, con 13 de los 32 diputados entonces en juego en Castilla y León, seguido por el PSOE, que también con algo más del 31 por ciento de los votos, consiguió 12 actas, mientras que Vox dio el salto de uno a seis, a la par que Ciudadanos se desplomaba de ocho a desaparecer. Ya en la cita de 2016, había corrido esa suerte Podemos, que de su techo de tres pasó a cero y sigue sin recuperar presencia en la Comunidad.

En cuanto al Senado, con más de la mitad de los votos escrutados, el PP también es la fuerza más votada en Castilla y León, volviendo a los 27 senadores que tradicionalmente lograba, salvo en la cita de 2019, en la que perdió cuatro, los que ahora recupera. Esa cuantía es la que resta el PSOE, que baja a nueve, uno por provincia, por tres de los populares en cada circunscripción.