El PP de Castilla y León desea a Feijóo una victoria «recia y esplendorosa»

Pero el presidente del PP le estaba esperando y siendo como es gallego vino a decir al burgalés que claro, la catedral de Compostela... «He consultado al Apóstol Santiago y me ha dado recuerdos para la emperatriz del gótico», bromeó, aunque no dudó en reconocer lo magnífico del lugar en el que se encontraba, histórico donde los haya. Así que tras ese comienzo halagador se metió en faena para comenzar por alabar al PP de Castilla y León porque «habéis hecho una buena campaña, hemos vuelto a nacer y vuelto a la senda a la que nos teníais acostumbrados como santo y seña del partido en España». Se refirió así al trabajo realizado durante las municipales del 28 de mayo, una labor que, con la nueva cita electoral «no ha acabado; os queda muchos por hacer».

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Tras dedicarle no pocas palabras a Pedro Sánchez, pidió el voto para su formación porque en Burgos «no hay más posibilidades que dos diputados para el PP y dos para el PSOE» o, «si queremos acabar con el sanchismo, tres para el PP y uno para el PSOE», con lo que dejó fuera a Vox. También lanzó una promesa, muy esperada en Burgos, la de desbloquear el proyecto del tren directo a Madrid por Aranda de Duero. «He preguntado lo que vale y, de acuerdo, lo vamos a hacer», anunció porque, según recordó, «sé lo que es el aislamiento en las infraestructuas y lo que es luchar para tener un tren de alta velocidad que llegue en el siglo XXI y sé lo que tuvimos que hacer los presidentes del noroeste para introducir el corredor del Atlántico».

Feijóo, que se comprometió a volver a Burgos ya como presidente y entrar por la puerta de la «emperatriz» tras asistir a un «mitin mágico», escuchó antes a Fernández Mañueco comprometerse a que los populares de Castilla y León sean «protagonistas fundamentales del cambio que necesita España». «Vamos a completar la tarea en las generales con una gran victoria que te lleve a la Moncloa», insistió y advirtió de que «nos queda tarea por realizar y no podemos caer en un exceso de confianza». Señaló, en este sentido, que «tenemos que evitar sustos el lunes 24. Confiarse y bajar los brazos es dar alas a Sánchez. Relajarse es permitir que pueda seguir».

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Hubo otros protagonistas en el acto aunque no tuvieron que intervenir. El primero, el expresidente de la Junta, Juan Vicente Herrera, «mi amigo», dijo Feijóo, quien recordó que el burgalés tiene la Medalla de Oro de Galicia cuando ni él, que fue presidente de esa Comunidad durante catorce años, cuenta con ella. Largo y contundente aplauso del público a Herrera, que ya era el tercero porque también Mañueco se dirigió a él, al que agradeció su dedicación a la Comunidad, como también lo hizo Ibáñez. El candidato a la Presidencia del Gobierno se refirió, además, al que fuese ministro de Trabajo, Juan Carlos Aparicio, presente en la plaza, «una de las personas más listas que conozco» y pidió, con mucha sorna, compararle con la ministra actual, Yolanda Díaz. También tuvo su minuto de gloria la alcaldesa de Burgos, Cristina Ayala, con la que «ha comenzado el cambio», destacaron Mañueco e Ibáñez.

Euforia, en definitiva, entre los populares durante más de hora y media, en el que fue el mitin más importante de la campaña, a los pies de la catedral, sobre la que se proyectaban los últimos rayos de sol.