Planes de vida 'descarrilados' por la supresión de frecuencias del AVE
En Sanabria, Zamora, Medina del Campo... crecen las voces en contra de los cambios en los horarios por parte de Renfe del tren de alta velocidad que truncan el día a día de viajeros habituales y vecinos: «Nos están destrozando la vida laboral»
Sanabria, «indignada» por la supresión de las paradas del AVE: «Estamos hartos de que nos jodan»
Valladolid
Esta funcionalidad es sólo para registrados
Iniciar sesiónReconoce Rubén Largo que con la puesta en marcha del tren de alta velocidad entre Zamora y Puebla de Sanabria vio «la luz». Su «nivel de agotamiento» del ir y venir al volante ya «era tremendo». Tres horas cada día empleadas en cubrir los ... 240 kilómetros entre ida y vuelta y por unas carreteras en las que el riesgo de que se cruce un animal va en aumento. Ha vivido dos años y medio «feliz», dice, con la pena de saber que en unas semanas se verá obligado a volver al asfalto. Y es que los cambios aplicados por Renfe a la línea que une Madrid y Galicia se llevan por delante a partir del 9 de junio el tren 'madrugador', el que todavía parte a las 7.40 de la capital del Duero y llega a las 8.15 a la estación de Otero de Sanabria. Con encaje de horarios, Rubén había logrado cuadrar su jornada en la oficina bancaria en la que trabaja. Pero que en dos semanas el primer convoy veloz arranque a las 9.43 horas ya hace inviable la posibilidad, advierte. Y no lo dice sólo por él. Alza la voz por los «muchos» viajeros que se quedarán en tierra. «No es cierto» que sean «ocho», como ha señalado el presidente de la operadora, Álvaro Fernández Heredia, entre sus argumentos para 'borrar' la parada, «en la que está ¡tres minutos!».
Más de treinta viajeros cuenta cada día Rubén. Y llama a mirar el medio centenar largo de vehículos particulares aparcados en Otero de Sanabria como prueba del uso, pues de ahí a Puebla hay seis kilómetros y no disponen de servicio de transporte público, por lo que tienen un coche allí con el que llegar a su destino desde esta estación que da servicio, recuerda, a La Carballeda, Portugal...
«Hay que empatizar», reclama, y advierte de que más allá de los números, lo que había conseguido este tren 'conciliador' era que se hayan ido cubriendo «plazas que no quería nadie». «Esto era un aliento para estos pueblos» a los que ahora augura que se van a ir «quedando más aislados». Comparte a diario vagón con sanitarios, docentes, veterinarios, trabajadores de los juzgados, estudiantes... que gracias a la velocidad y «comodidad» del tren se habían lanzado a pedir esas plazas que antes no querían. Sólo de pensar en tener que volver al coche ya hay quien ha pedido el cambio de destino, avanza.
Renfe reafirma ante la Junta que suprimirá 'sine die' frecuencias AVE
Isabel JimenoReconoce que quitará diez paradas entre Segovia, Medina y Sanabria en el trayecto de Madrid a Galicia
«¡Es una locura!», clama. «No me quites el que da el servicio», subraya Rubén en un sentir general al ver que justo para agilizar las comunicaciones entre Galicia y Madrid se haya optado por suprimir las frecuencias que utilizan los trabajadores. «Es injusto. Un sin sentido». «Hablan de solidaridad, pero más solidarios que hemos sido...». «Se llenan la boca hablando de la España vaciada y lo que tenemos bueno nos lo estás quitando», critica de esta maniobra. Se conforman con al menos «mantener lo que hay».
Y no sólo para llegar a Sanabria, sino también para viajar desde esta zona hacia Zamora, Madrid... Con «mucha» gente mayor, el alcalde de Otero de Sanabria, José Ledesma –el pueblo más pequeño con estación de AVE– defiende las ventajas para los vecinos, que con los cambios también se quedarán sin tren temprano que coger. «A las citas médicas de primera hora ya no llegas»; a trabajar y estudiar, tampoco... El primero con parada será a las 12.27. y «no sirve de nada», se queja.
«Nos han destrozado»
«Nos han destrozado», lamenta Álvaro, de la Asociación de Usuarios de AVE de Zamora, donde están «desesperados» con estos cambios que ven «a la carta» de las peticiones del alcalde de Vigo, Abel Caballero. «Favorecerá al turismo, pero no al trabajador», lamenta, y advierte de que no se trata de mirar el número de frecuencias que quedan, sino de los horarios. Es la crítica también de Antonio, otro usuario habitual del AVE a Madrid. Con la pandemia regresó de la capital a su ciudad con la confianza de poder llegar a su trabajo gracias a la velocidad ferroviaria. Los «retrasos» son cada vez más frecuentes, se queja, y ahora con los cambios de «forma drástica» su tren llegará otros cinco minutos tarde, a las 8.49, siempre que sea puntual. En Chamartín tiene que subirse a un cercanías... y ese tiempo ya es vital. Tanto que ve «prácticamente inviable» continuar así. Desde que se enteró padece «insomnio». «Nos destroza la vida laboral», advierte. «Juega en contra de la España vaciada», censura, él que veía posible con la alta velocidad vivir en Zamora y trabajar en Madrid. Lo había logrado. Ahora, lo duda.
«Queremos lo mejor para los gallegos, pero no a costa de quitarnos a nosotros», reclama Álvaro, con la confianza –es el sentir general, agarrados a que «la esperanza es lo último que se pierde»– de que sus quejas sean escuchadas y los movimientos «políticos» den resultado.
MÁS INFORMACIÓN
- La Junta carga contra Puente por la supresión de paradas del AVE: «Decide y Castilla y León pierde»
- El alcalde de Segovia carga contra el presidente de Renfe por «ningunear» a los segovianos
- Todos los partidos representados en el Ayuntamiento de Zamora rechazan la supresión de servicios del AVE en Sanabria
- El presidente de Renfe ve «interés general» en la supresión de paradas del AVE en Castilla y León
Y la de Otero de Sanabria no es la única parada que se ha llevado por delante la reorganización de frecuencias. También en la línea entre Madrid y Galicia, en Medina del Campo (Valladolid) van a ver más trenes pasar de largo. «Hechos polvo» ha dejado este cambio a Carlos y su mujer, Patricia. Tras unos años viviendo en la capital, hace nueve meses decidieron regresar a sus orígenes y asentarse en la villa, buscando ganar en «calidad de vida», y más ahora que están a punto de estrenarse en la paternidad. Con las frecuencias del AVE –aunque lo de «formalizar» los billetes, advierte, es «un sindiós»– habían logrado organizarse. «Pero, de buenas a primeras, te rompe todos los esquemas». Los horarios que quedarán hacen muy complicado sino inviable seguir adelante con ese planning que habían configurado. Fue, de pronto, al ir a cerrar los billetes cuando vio que en junio «no había» para los horarios habituales. Entró a buscar información en internet y, a través de las redes, se encontró con el «cabreo» generalizado. «Es bastante triste», lamenta sobre «la desconexión» que ve entre lo que se decide y dice desde la ciudad a lo que supone en otros lugares. «La gente no es consciente del bien que hace» a localidades como Medina del Campo y su comarca poder contar con una opción de viaje rápida a Madrid y vivir en la localidad vallisoletana, señala. Volverse a vivir a la ciudad está en su mente, pena.
«El que tiene más impacto»
Aquí reside también Ángeles, a quien le trasluce la resignación de tener que volver a coger el coche para tener que ir cada día a su puesto de trabajo en Zamora. «No puedo llegar a las diez de la mañana», advierte al ver que su tren se ha caído del panel. Y es que, censura, Renfe se ha llevado por delante «el que más impacto» tiene para los viajeros habituales. «Que pase a las 9.15 horas, fenomenal para no madrugar, pero no para ir a trabajar. Nos han quitado todas las posibilidades», critica. «No hay otra opción» que el coche, por más que las vías vayan de Medina a Zamora. «Es un transporte público», recalca, por lo que censura que sólo se mida por número de viajeros y afea que sean calificados como «residuales». «Nos quitan las posibilidad de seguir viviendo en nuestro pueblo», cuestiona Ángeles. Sólo piden que «dejen los horarios como estaban», con los que ya se habían organizado. Y es que contar con el tren «fue como una fiesta». «También, cuando volvió» tras ocho meses de obras «que iban a ser tres», recuerda. «Aunque ha durado muy poquito» esa felicidad, lamenta. Y es que, «no nos lo esperábamos», pues como en otros casos, ante esa petición del alcalde de Vigo, allá por marzo, desde Renfe se les había trasladado que no acatarían sus reclamaciones.
«La indignación es tremenda», reconoce Isabel, de la Asociación de Usuarios de Medina, donde asegura que la demanda es incluso mayor que las plazas que se ofertan. Avanza que si dejan frecuencias «que no me sirven para ir a trabajar, claro que no se va a llenar».
Límite de sesiones alcanzadas
- El acceso al contenido Premium está abierto por cortesía del establecimiento donde te encuentras, pero ahora mismo hay demasiados usuarios conectados a la vez. Por favor, inténtalo pasados unos minutos.
Has superado el límite de sesiones
- Sólo puedes tener tres sesiones iniciadas a la vez. Hemos cerrado la sesión más antigua para que sigas navegando sin límites en el resto.
Esta funcionalidad es sólo para suscriptores
Suscribete
Esta funcionalidad es sólo para registrados
Iniciar sesiónEsta funcionalidad es sólo para suscriptores
Suscribete