empresas
RT Trufas: 'olfato' para los negocios
emprender en los pueblos
En Canalejas de Peñafiel (Valladolid) Raquel y Fernando, junto con su perro Lucas impulsan una iniciativa dedicada a la produción de este fruto e incentivar el turismo
¿Se puede cultivar la trufa negra? Así es el negocio del oro negro micorrizado en España
VALLADOLID
Esta funcionalidad es sólo para registrados
Iniciar sesiónLucas es la pieza clave. «Él tiene la última palabra». En realidad, es su olfato el que lo dice todo, pues sin hablar -ni ladrar-, sólo con pararse marca dónde el suelo guarda el tesoro en forma de trufa negra. Con cinco años recién cumplidos, ... este perro de aguas italiano, algo «desobediente», sin embargo es todo un «trabajador incansable» como can 'trufero'. Sin él, Raquel y Fernando, los otros dos miembros del proyecto a tres, no lograrían nada, reconoce ella, dedicada «en cuerpo y alma» a lo que surgió como una «distracción» en su pueblo, Canalejas de Peñafiel (Valladolid) para evadirse al salir del trabajo. Así plantaron hace ya nueve años sus encinas, de las que ha surgido RF Trufas, un completo proyecto dedicado a la producción y venta de trufas y el 'trufiturismo'. ¿El qué? Difundir dónde crecen las tuber melanosporum, cómo se encuentran, la forma adecuada conservarlas, la manera cocinarlas y, por supuesto, catarlas. «Y dar a conocer mi pueblo», subraya Raquel, encantada con que muchos de quienes se acercaron el año pasado por allí, además se quedasen a dormir, comer o tomarse algo por la zona. De hecho, incide, el «impulso al mundo rural» era -y es- uno de los objetivos de esta iniciativa, más allá, recalca, de «tener un negocio y poder vivir de él».
Merpacífico: Pulpo de tierra adentro
Isabel JimenoLa empresa palentina logra facturar 20 millones de euros y crear 60 empleos en tan solo medio año de andadura en el cocedero más grande del mundo
Por ahora, lo van logrando, aunque desde que pusieron sus encinas en octubre de 2014 hasta que pudieron sacar las primeras trufas «pasaron siete años». Todavía son árboles «jóvenes» y la producción va en aumento, detalla Raquel, quien junto a Fernando, su marido y en labores de técnico de campo que compatibiliza con otro trabajo, han ido aprendiendo casi sobre la marcha sobre el cultivo de la trufa. Hoy, Raquel, encargada de mimar las mil encinas en una plantación de 2,5 hectáreas, quitar malas hierbas, apartar algunas piedras y recoger el preciado producto, habla con pasión de la trufa negra. Justo en este momento están en pleno periodo de recolección, que se suele extender de finales de noviembre hasta marzo. Esta temporada, Lucas encontró la primera el 23 de diciembre. Una salchicha es el premio por cada ejemplar que su infalible olfato detecta en la parcela, a la que sólo accede en tiempo de trufas. Primero marca el perro, a quien Fernando se encarga de enseñar «con mucha paciencia» y a base de recompensas en forma de salchicha por cada trufa que encuentra. Y ahí se agacha Raquel. machete trufero en mano, hurga en la tierra hasta que tiene en su mano el ejemplar.
En plena campaña
Ver en directo esa labor: cómo Lucas olisquea y marca el punto exacto, la forma en la que hay que ir sacando la tierra hasta que el preciado producto sale a la luz... es también lo que ofrecen en RF Trufa con su oferta de trufiturismo, los fines de semana de diciembre a febrero, coincidiendo justo con la época de recolección. Son también esos días cuando Raquel, Fernando y Lucas aprovechan para la recolecta, pues trabajan mucho a demanda de los pedidos que les llegan. Ofrecen la posibilidad de compra por internet, aunque se centran sobre todo en el entorno de esta localidad vallisoletana en plena Ribera del Duero, vecinos y restaurantes a los que llevan en mano sus preciados frutos.
Para que la trufa negra alcance su punto óptimo «necesita mucho frío», que lleguen las heladas y la nieve cubra el suelo, detalla Raquel. Es parte de lo que explica a las visitas.
«Algunos pensaban que estaban colgadas de los árboles», recuerda sobre el desconocimiento de este cultivo y producto, al que trata de quitar el 'sambenito' de que es «inalcanzable» a los bolsillos. Si bien es cierto que esta temporada está a 900 euros el kilo, «para un plato necesitas dos gramos, que son 1,8 euros», puntualiza. Saber cómo cocinar la trufa, que a unos simples huevos fritos los aporta un toque muy especial, que es perfecta con alcachofas o que da sabor único a la pasta y el arroz también forman parte de lo que enseñan en las charlas en RF Trufas, una iniciativa que les ha valido el reconocimiento en premios como Vivaces & IVs en la categoría Sector Primario por «sus productos bajo la filosofía de consumo de proximidad» y su impulso al trufiturismo de la mano de otros productores locales. «Un aliciente y una alegría muy grande», reconoce Raquel, para quien incluso llegar a la semifinal de otros galardones ya es todo «un aliciente». «Ves que estás haciendo las cosas bien», señala, después de unos inicios «difíciles» en esos de emprender: «No sabes ni dónde dirigirte».
Esta funcionalidad es sólo para suscriptores
Suscribete
Esta funcionalidad es sólo para registrados
Iniciar sesiónEsta funcionalidad es sólo para suscriptores
Suscribete