Okupan un edificio en ruinas en Valladolid y les ponen un retén de la policía en la puerta: «Hay que dar seguridad a los vecinos»

Ahora, ha trascendido un caso de Valladolid que también es flagrante. Y es que dos grupos de okupas acaban de asentarse en un inmueble abandonado del barrio de Las Delicias que puede tener daños y que tiene partes apuntaladas y las ventanas tapiadas, pero no la puerta. El bloque ya había tenido okupas y en los últimos días varios cuerpos policiales habían evitado nuevos inquilinos, pero desde el sábado cinco personas, todas mayores de edad, viven en dos pisos de la primera planta del bloque.

A la espera de una solución entre las partes afectadas, el número 4 de la calle Olmedo ha acabado siendo vigilado, por paradójico que parezca, por una patrulla de la Policía Municipal, ya que existe el temor de que la situación pueda tensarse en la zona por problemas de convivencia o con más grupos de okupas que quiera acceder a los pisos. Algunos vecinos reconocen a los medios locales «miedo» por la situación.

El coche patrulla permanecía este lunes estacionado a las puertas del inmueble y desde el consistorio remarcaron, en declaraciones a El Español, en que el dispositivo policial se ha tenido que activar par «dar seguridad a los vecinos».

Precisamente este mismo lunes, los servicios sociales municipales han tratado de buscar una salida para los okupas, y ofrecerles una alternativa habitacional, sin éxito hasta ahora, según avanza el 'Diario de Valladolid'. Los okupas que anteriormente se habían instalado en el bloque habían aceptado una recolocación pero los de ahora, por el momento, se niegan en redondo a salir de allí, según afirman desde la concejalía de Seguridad.

El mismo sábado, cuando entraron en el bloque, os okupas ya recibieron la visita de servicios sociales, que tras horas dialogando con ellos, no consiguieron que nadie saliera del edificio, que algunos apuntan en estado no muy bueno y con algunas partes en ruinas pero cuya posible afectación estructural no se ha aclarado.

Este lunes, al parecer, no han querido ni escuchar al personal de servicios sociales, que básicamente ha acudido para explicarles las alternativas de vivienda pero también ayudas, de alquiler o de alimentación, a las que podían optar. Queda por ver cómo evolucionará el caso en las próximas horas y si, previsiblemente, el coche patrulla seguirá custodiando la zona. Al no haber una orden judicial de desalojo, la policía no puede echarlos.