Un nuevo hogar para 'perros policía'

Hasta ahora, la 'jauría' de la región dormía en la base de Villanubla, pero en adelante lo hará en las nuevas instalaciones, que cuentan con treinta caniles, un par de despachos y varias salas polivalentes para la unidad, además de espacios al aire libre en los que los canes completan su adiestramiento. Sean pastores alemanes, belgas malinois, bracos, perros de aguas o springer spaniel, los agentes aseguran que, aunque cada uno destaque en algo, ellos les entrenan «en todo», y prueba de ello son las cuñas para enseñar a morder, las mangas o las rasquetas, que no andan lejos para que los policías puedan enseñarles a trabajar juntos. Pero fundamentalmente «esta es su base, donde descansan, tienen agua y comida».

Además, parte de las pruebas con las que preparan a estos policías peludos las organizan en comisarias, en la calle, en la Feria de Muestras de Valladolid o en el depósito de vehículos «para que se acostumbren a que haya gente o muchos objetos», explica Pedro, uno de los guías caninos. De hecho, confirman sus compañeros, los perros por lo general «son cariñosos» y «tienen que ser sociables porque en un registro hay mucha gente».

«El trabajo es lo que más une, les hace obedientes y equilibrados», refiere Pedro, que cuenta que por lo general, cada guía tiene dos perros a su cargo. «El vínculo es importante porque cada perro aprende en base a unos premios y hay algunos que sólo trabajan por dar gusto a su guía», indica. «Para nosotros, ellos son lo más, pero para ellos, nosotros somos todavía más importantes; somos los que les cuidan, les enseñan y están ahí siempre», sonríe.

En el caso de Pedro, el tándem lo completan 'Gramo' y el hijo de este, 'Zar'. La madre del cachorro también estaba adiestrada, pero un problema de vista la apartó del servicio, cuenta mientras acaricia al sabueso y le indica que se siente. 'Turrón', 'Mel' o 'Logan', ansiosos por ver qué pasa, se remueven impacientes en sus caniles, que son sencillos pero cuentan cada uno con su terraza.

«Yo siempre quise tener perros, y como no me dejaron, aquí estoy», bromea el agente, que se dice parte de una unidad particularmente vocacional que recibe cierta formación específica para cuidar a estos animales. «Nuestra mayor satisfacción son sus resultados», reconoce.

Durante la inauguración, ha sido precisamente 'Zar' el que ha abierto la demostración de habilidades. 'Rissi' ha completado una pista de agilidad y 'Marty' ha mostrado que los deberes estaban hechos: de entre varias maletas, ha sabido identificar aquella cargada con explosivos.

La inauguración de este nuevo hogar se ha recibido este viernes con un fuerte dispositivo policial, en firmes y con un coro de ladridos. «Estos perros no están entrenados para concursos, son perros que salvan vidas», ha señalado el ministro de Interior, Fernando Grande-Marlaska, que ha destacado la «extraordinaria misión» de «este equipo inseparable y de enorme eficacia» además de su propia «ilusión» por acudir, tanto en lo profesional como en lo personal, por su «notoria y conocida afición por los perros».

La infraestructura que en esta ocasión abre sus puertas es, según ha apuntado, «pequeña pero importante». Si allá por 1945 se creó en Madrid la primera Sección de Guías Caninos de España, con ocho pastores alemanes -ha rememorado Grande-Marlaska- en la actualidad, esta sección policial cuenta con medio millar de canes. «Quiero aprovechar para trasladar mi agradecimiento a todos los agentes de la comunidad autónoma por contribuir a que España sea uno de los países más seguros del mundo», ha subrayado, para añadir que al ministerio lo que «le corresponde» es dar más efectivos y más medios. Por ello, ha aplaudido que Castilla y León tenga ahora un diez por ciento más de efectivos que en 2018.

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Entre las autoridades presentes también ha estado el alcalde de Valladolid, Jesús Julio Carnero, que ha agradecido la labor de la Policía Nacional y ha recordado que próximamente se le entregará la Medalla de Oro de la ciudad como símbolo de ello. También ha reiterado su «enhorabuena» a los guías caninos. Para Carnero, en días como hoy, los canes se demuestran «el mejor amigo del hombre y el peor enemigo de los hombres malos».