El nuevo censo del lobo eleva un 8 por ciento las manadas en Castilla y León, hasta las 193

Así lo ha dado a conocer este martes el consejero de Medio Ambiente, Vivienda y Ordenación del Territorio, Juan Carlos Suárez-Quiñones, junto al director general de Patrimonio Natural y Política Forestal, José Ángel Arranz, y el jefe de servicio de Flora y Fauna, David Cubero.

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Se trata de un dato «muy bueno desde el punto de vista de conservación de la especie», ha recalcado Suárez-Quiñones, y de un trabajo elaborado con «una amplia participación de profesionales que refleja que son «manadas con todas las evidencias», con lo cual «puede haber más, pero no menos».

Un incremento tanto en número de manadas que como «en extensión de las zonas de actividad y campeo de los lobos«, de los que incluso se ha constatado presencia en territorios en los que hacía años que no se veía, como Extremadura, donde una manada ha saltado desde Ávila.Es en la zona al norte del río Duero -la que tradicionalmente marcaba la frontera natural- donde hay mayor presencia de canis lupus, con 158 manadas. Aunque aquí el crecimiento en términos porcentuales es inferior, del 4 por ciento, teniendo en cuenta, ha recalcado Arranz, que hay zonas con tal «saturación» en las que «no entran más manadas». Ocurre por ejemplo en el norte de León y Palencia, cono puntos en los que ya incluso conviven dos grupos de lobos.

Al sur el Duero, la expansión es mayor, pues el nuevo censo constata la presencia de 35 manadas, lo que supone un incremento del 30 por ciento respecto al anterior, con carácter decenal y sustento del que, junto al del resto de autonomías, dará cuerpo al nacional. Son las provincias de Ávila y Segovia donde más se acumula la presencia del cánido al sur del cauce, incluso saltando a territorios limítrofes como la Comunidad de Madrid y Castilla-La Mancha, con quienes se comparte manadas.

Además de al sur, la expansión se ha producido hacia el este, de modo que también en La Rioja se ha adentrado el cánido.

Por provincias, la que más acumula es León, con 74 manadas, unos «datos espectaculares», ha señalado Arranz, que suponen el 38,3 por ciento de todas las que hay en la Comunidad. Hasta las 43 se ha incrementado el censo en Ávila, en Burgos hay constancia de 18, ligeramente por dejado del estudio de hace diez años, aunque con «concentraciones importantes» al norte.

En Palencia, también al laza respecto al anterior censo, se ha certificado la presencia de 35 grupos. En Salamanca, tradicionalmente un territorio poco habitado por el cánido, hay tres, y 20 tienen su área de campeo en Segovia, provincia que acumula casi seis de cada diez grupos al sur del Duero. Soria cuenta con seis. Y «sorprendente» de nuevo el dato de Valladolid, con 22 grupos. En Zamora, hay 46.