Los animales se encontraban dentro de una finca ganadera vallada y gracias a que el ganadero, Jesús Ramos, revisa los animales todos los días al anochecer, «evitó un daño aún mayor» provocado por los dos lobos que fueron vistos en el interior de la finca.
«Esta situación hace inviable cualquier actividad ganadera de explotaciones ganaderas en extensivo en la zona, pues incluso recoger el rebaño en una finca vallada no impide los ataques, ya que los lobos acceden de igual forma», señalan fuentes de la organización agraria en un comunicado.
«La reincidencia en los ataques, su importancia, la ubicación y la existencia de otras explotaciones en la zona, hacen imprescindible su control. No se justifica que este ganadero u otros de la zona tengan que soportar un solo ataque más en sus rebaños», añaden.
En este contexto, la Alianza COAG-UPA insiste en que «no puede prevalecer la proliferación del lobo frente a la supervivencia de las familias que tienen en la ganadería su medio de vida».
Esta funcionalidad es sólo para registrados
Iniciar sesiónEsta funcionalidad es sólo para suscriptores
Suscribete