La música procesional marca el paso

Cuando suena 'Orando al Cielo', 'bailan' los trece pasos en la Plaza Mayor de León en la mañana del Viernes Santo. Los acordes salen de los instrumentos de los integrantes de la Agrupación Musical de la Cofradía del Dulce Nombre de Jesús Nazareno. Esta marcha se identifica con León, con el Viernes Santo y con el Encuentro, señala su director, Miguel Diez Campelo, quien detalla que es obra de Víctor Ramírez Pérez, de la Agrupación Musical 'La Pasión' de Linares. Sin embargo, ya es leonesa porque, como este tema, otros muchos se acaban incorporando al repertorio de las bandas de Castilla y León que las adaptan a una forma distinta de procesionar y de portar los pasos.

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Un centenar de músicos forman esta agrupación leonesa, integrada en la Cofradía del mismo nombre y compuesta por 4.000 papones que sacan a la calle 13 grupos escultóricos. No les falta devoción y, sobre todo, una puesta en escena espectacular con casi un centenar de hermanos portando cada paso al ritmo que marca la agrupación o las otras dos bandas de la hermandad (de música y de cornetas y tambores). Una formación que se estrenó en la Procesión del Domingo de Ramos de 2006 y que, desde entonces, no ha dejado de crecer hasta alcanzar los 111 integrantes actuales.

Su repertorio, formado por 57 obras, bebe del estilo de la Guardia Civil de Eritaña (Sevilla), en esa evolución que se produjo en los años 60 cuando las bandas militares empezaron a introducir nuevos instrumentos, además de trompetas y tambores, aunque siempre de viento-metal. Sin embargo, su gran referente, recuerda Miguel Diez, es 'La Pasión' de Linares y con ella se ha ido creando un repertorio que ha crecido con composiciones propias, como 'Rey Legio', compuesta por Francisco Javier Torres Simón, precisamente una de las obras con las que acompañarán el Miércoles Santo al Nazareno de Valladolid.

El director de la Agrupación de los Nazarenos de León reconoce que su música tiene aires del sur porque son pocas las marchas que se hacen en la Comunidad, aunque defiende que «las adaptamos a nuestra Semana Santa y nuestra forma de llevar los pasos». «La saeta que tocamos en León parece que es nuestra pero no, es del 'Cristo de los Gitanos' de Granada», aclara.

Sin embargo, la realidad es que la música hoy «es tan importante como el silencio». «El encuentro del Viernes Santo no se concibe sin que suene 'La Dolorosa'», señala Diez, quien matiza que «cada momento tiene su necesidad musical o su silencio». Y uno de sus momentos preferidos es cuando suena 'Jesús del Prendimiento' al salir el 'Cristo de la Misericordia'

Son muchas las cofradías que cuentan con sus propias bandas de cornetas y tambores aunque también hay grupos musicales que surgen al margen de las hermandades y con identidad propia. Es el caso de 'Pureza', creada en Valladolid hace nueve años, aunque su germen está en la desaparecida 'Sagrada Lanzada'. Fue, precisamente, un sevillano, Julio Vera, director de la célebre 'Tres Caídas de Triana' el que impulsó la formación de una nueva banda en la capital vallisoletana bajo un claro objetivo como es el de «mejorar la parte musical de las procesiones» recuerda el responsable de 'Pureza', Antonio Fernández-Campomanes. «Antes no se daba la suficiente importancia a la música, era un asunto maltratado», asegura. Ahora, con 80 componentes, se han convertido en el acompañamiento fijo de algunas cofradías pucelanas.

Su director no elude la eterna queja de que la música que interpretan suena muy andaluza. La razón, a su juicio, es sencilla: no hay demasiados compositores de la tierra y, sobre todo, que los estilos en las marchas están muy definidos y, de los cuatro posibles, tres llegan de Andalucía. Es el caso de 'Las tres Caídas de Triana' al que siguen especialmente y con la que están hermanados. También tira, y mucho, otra célebre banda sevillana como es 'Las Cigarreras', así como 'El Rosario de Cádiz'. Y luego están las composiciones propias, las más castellanas que, por supuesto, tienen su lugar destacado.

En cualquier caso, Fernández-Campomanes mantiene que el tono y la afinación de la trompeta suena a flamenco así que es inevitable esa sonoridad. Recuerda, además, cómo hace muchos años eran los coros y las dulzainas los que acompañaban a las procesiones. Después, se pasó a la música militar, que resultaba demasiado festiva, hasta que hace unos 20 años comenzaron a crearse bandas específicas. Reconoce, no obstante, que «resulta difícil encontrar el equilibrio», más aún en una banda de cornetas y tambores que tiene más limitaciones que una de música en la que caben todos los instrumentos.

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El director de 'Pureza' también tiene su marcha preferida: 'La Pasión', a la que se refiere como «nuestro estandarte» capaz de generar «sensaciones diferentes» según el momento aunque, sin duda, uno de los más conmovedores se produce el Martes Santo cuando acompaña a la Virgen de las Angustias.

Precisamente, insiste en que es el prestigio y la calidad de las tallas de la Semana Santa de Valladolid lo que obliga a que todo lo que rodea a la procesión esté muy cuidado y eso incluye la música y «la gente lo agradece cada vez más». La pena, reconoce, es que en Valladolid participarán en procesiones hasta el Martes Santo. Luego pondrán rumbo a Andalucía para tocar el miércoles, jueves y viernes, antes de volver a hacerlo el sábado en la capital vallisoletana. «Tenemos que irnos al sur porque es más rentable. Con tres días allí pasamos el resto del año», se lamenta.