Motoristas y ciclistas copan un 22% de las muertes de tráfico frente al 14% de 2003
Hasta 258 conductores de vehículos de dos ruedas han fallecido en una década y 1.000 han sido hospitalizados
Las motos suponen un once por ciento del parque y sus usuarios una cuarta parte de las víctimas
Una mujer y sus tres hijos menores, dos de ellos bebés, fallecen en el choque de un turismo y un camión en Segovia
Valladolid
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Iniciar sesiónDetrás del descenso de la siniestralidad en carretera en las últimas décadas se esconden múltiples factores. Mejores condiciones de las calzadas, límites y controles que reducen las imprudencias, nuevos elementos de seguridad, el endurecimiento de las sanciones y mejoras en los vehículos que ... ejercen de barrera en caso de colisión. Sin embargo, cuando se trata de medios de transporte sobre dos ruedas ellos son su propio chasis. Las probabilidades de morir en un accidente sobre el asfalto en estos casos es 17 veces mayor que si se viaja a bordo de un turismo y ello está presente en las trágicas estadísticas de tráfico que han visto reducirse los fallecidos paulatinamente en términos generales, pero entre las cuales no se ha repetido, al menos no en la misma proporción, un descenso de los usuarios que circulan 'sin carrocería', ya sea a pedales o a motor. En la última década han muerto 258 motoristas y ciclistas en vías interurbanas en Castilla y León. Son un 22 por ciento de las almas que se ha cobrado el asfalto en ese tiempo. A ellos se suman hasta 1.096 heridos que precisaron ingreso hospitalario.
Hace veinte años la proporción de estos colectivos en la siniestralidad en carretera era muy inferior. En 2003, a nivel nacional perecieron 5.400 personas, de las cuales 3.211 viajaban en turismo. Motoristas y ciclistas, con 758 muertes, suponían entonces un 14 por ciento del total . En el presente ejercicio son algo más de un 22% de las víctimas en el caso de la Comuniad.
No se trata de que no se haya reducido la siniestralidad en este colectivo. Las víctimas de 2003 son tres veces superiores a las de 2023 –las de turismo son ahora una quinta parte de las de entonces–. Es el resultado de un cambio en los patrones de seguridad vial que comenzaría hace veinte años. Destaca cómo en un lustro el parque de motos creció el triple que el de coches y mientras las víctimas en carretera caían un 30 por ciento en términos generales, las de estos vehículos a dos ruedas subían un 77%. Tras ello llegó una década marcada por el endurecimiento de las sanciones por infracciones de tráfico, nuevos hábitos de movilidad sostenibles y una mayor eficacia de los elementos de seguridad pasiva de los coches. Hubo más accidentes, pero menos víctimas mortales y entre ellas cada vez eran más, en general, los que no van protegidos por lunas, puertas ni parachoques. En 2019, éstos fueron la mitad de los fallecidos sobre el asfalto. El peso de los muertos en turismos bajó y creció el de motoristas y ciclistas.
Este 2023 está siendo un año especialmente trágico entre los motoristas. Son ya 23 las víctimas mortales, de un total de 104. Sólo en tres de los últimos años se había superado la veintena y son el grueso de esos usuarios que la DGT considera «vulnerables» –que incluye también a ciclistas y peatones–. Suponen un once por ciento del parque móvil y este año más del 22% de las víctimas mortales en carretera. A ellas se sumarían las que se registran en ciudad, que son inferiores pero también las hay.
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Las causas son «multifactoriales». Por un lado, influye la mejora de la situación económica que posibilita un mayor ocio y mas salidas a carretera –«a más kilómetros más exposición al riesgo»– y el aumento del parque, aunque la edad media es de 15 años, señala Juan Manuel Reyes, presiente de la Asociación Nacional de Motoristas, quien deja claro que el problema «fundamental» no es el usuario y alude a otras tantas causas, como una red viaria diseñada para el turismo en la que los guardarrailes causan el 18 por ciento de las muertes. Apunta que la mayoría de los siniestros se podrían evitar con la «pericia» por parte del conductor. Teniendo en cuenta que con carné de turismo y tres años de antigüedad se puede llevar un vehículo a dos ruedas de baja cilindrada, llama la atención sobre una «carencia de formación» para evitar un obstáculo en carretera o una colisión ya sea la negligencia propia o ajena– «según las compañías de seguros solo el 25% de los siniestros son culpa del motorista».
Ciclistas
En lo que respecta a los ciclistas son el colectivo dentro de los vulnerables con menos víctimas, pero asciende al medio centenar en una década. En lo que va de año, tres, entre ellos la joven promesa Estela Domínguez, arrollada por un camión cuando entrenaba en Salamanca. Más concienciación acerca de un medio de transporte cada vez más extendido, sobre todo en las ciudades, y el respeto de las normas de seguridad vial ante los usuarios a pedales son las peticiones históricas del colectivo.
Así como motoristas y ciclistas han ganado peso entre la siniestralidad, los peatones, pese a ser parte importante del colectivo «vulnerables» –un centenar de muertos en la última década, cuatro en este 2023–, ha caído considerablemente si se hecha la vista atrás. En 2003 murieron en España 898 personas en dichas circunstancias, un 16 por ciento del total de fallecidos.
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