María Caamaño, Premio Castilla y León de los Valores Humanos 2024: «Ella lucha a su manera»

«Es un premio que recibe con mucha emoción», ha asegurado su padre, Juan Caamaño, que cuenta que llevaba a su hija María en el coche cuando recibieron la llamada. «Es un reconocimiento muy importante a la labor que está haciendo por ella misma y, como María dice siempre, por sus compañeros», ha resaltado. El progenitor explica que esta 'pequeña activista' no deja de ser una niña y que «ella lucha a su manera». Si conocer a sus ídolos futbolísticos ya fue «un premio», esta distinción ha logrado sorprenderla. «Estamos muy agradecidos de que esto llegue de nuestra tierra», ha apuntado también Caamaño. «Dará visibilidad y como padre me reconforta ver que el trabajo de toda nuestra familia y de otras en nuestra situación se reconoce», ha destacado.

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El jurado ha destacado «la bondad, la generosidad, la fortaleza y la empatía de María, que le han llevado a entregarse a esta iniciativa social», además de «la alegría de vivir y la pasión que transmite en todas sus apariciones en público». «Se ha convertido en un referente de la lucha contra el cáncer en España», ha señalado el acta, que también ha apuntado que la niña y sus aficiones son «vivo ejemplo del importante papel que pueden jugar la tauromaquia, el deporte y la cultura en general en la sensibilización de toda la sociedad hacia los problemas más graves, y no siempre suficientemente conocidos, de nuestro tiempo».

María sigue un tratamiento experimental en el Hospital Infantil Universitario Niño Jesús de Madrid desde hace un año. «Tiene la enfermedad que tiene, con lo que pierde de ser una niña y el daño que hace algo así a una familia», ha recordado su padre, que ha puesto el acento en la falta que hace «no sólo la investigación, sino que los hospitales estén bonitos para los niños o ayudar a tantas familias que pasan dificultades» tanto económicas como para conciliar los tratamientos con el trabajo o el cuidado de otros miembros.

Precisamente ahí quiere arrimar el hombro 'La sonrisa de María', que se formalizó como asociación en junio del año pasado, cuando una gran gala benéfica pedía dar el paso. Ahora, está en trámites para convertirse en fundación, pero todo surgió de un encuentro fortuito. Juan Caamaño cuenta que toda la familia (su mujer y él tienen otra niña y un hijo) fue a ver un partido del Getafe, y en la grada, los niños reconocieron al torero Gonzalo Caballero, al que fueron a pedir un autógrafo. «Cuando conoció a María, fue amor a primera vista», ha afirmado, ya que enseguida se interesó por cómo podía ayudarles y ahí se ha mantenido. Así, el diestro se convirtió en «uno más de la familia».

Este «altavoz» en el que la salmantina se ha transformado llegó a oídos del presidente de la Junta, Alfonso Fernández Mañueco, que según evocó este padre, habló con ella a raíz de una de sus peticiones, una terraza para los niños del hospital de Salamanca. «María, la terraza se va a hacer», remarcó Caamaño que prometió. «Y ojalá pronto en más hospitales de Castilla y León», esperó él.