Mañueco hurga en el «dedazo» del PSCL y en los «problemas internos» de Vox

Mañueco sólo ha tenido que describir el escenario político que le rodeaba para hablar del «dedazo de Pedro Sánchez», al referirse al nuevo líder de los socialistas de Castilla y León, Carlos Martínez que, por cierto, no ha querido seguir el pleno desde la tribuna de invitados para no darle «el gustazo» al presidente de la Junta. Así que se ha encerrado en uno de los despachos del grupo, desde el que ha podido oír al jefe del Ejecutivo autonómico, quien ha evitado pronunciar el nombre del soriano. Allí ha escuchado al todavía portavoz, Luis Tudanca, señalar que mientras «el PP vaticina el Apocalipsis, España crece pero Castilla y León no avanza». El socialista y Mañueco han aportado un rosario de datos según los cuales, para el primero, la Comunidad tiene índices de crecimiento inferior a la media como consecuencia de la «inestabilidad del Gobierno autonómico y su corrupción», momento en el que ha aludido a la trama eólica y el comienzo del juicio en septiembre.

Para el presidente de la Junta, en cambio, la realidad de la región es otra –líderes en producción industrial y en exportaciones–, por lo que ha visto en las afirmaciones del burgalés un ejemplo de «cómo le marcan el territorio desde el principio» y demuestran que la «bicefalia incómoda –Tudanca y Martínez– es más de lo mismo» con un discurso «trasnochado y caduco». «La única empresa que no funciona es la suya y para eso ha llegado el dedazo de Sánchez y le ha dicho que se vaya», ha incidido, y ha negado ese «panorama negro» que ha dibujado Tudanca.

Luego ha llegado el turno del nuevo portavoz de Vox, David, Hierro, que ha tenido su primer cara a cara con Mañueco. Ha arrancado reconociendo su carácter «vehemente» y advirtiendo de que no será «condescendiente», aunque sí ha ofrecido «respeto», lo que ha levantado los murmullos de la bancada socialista. Ha mostrado sus intenciones al hemiciclo con «la defensa de los principios de Vox», para pedir a continuación a Mañueco que se «desmarque de la izquierda, que es nuestro enemigo» y animarle a que «despierte y vuelva al sentido común para llegar a acuerdos». En su respuesta, el jefe del Ejecutivo autonómico ha aprovechado para presumir de «un Gobierno estable que funciona» y contraponerlo a la realidad que se vive en el hemiciclo: «No vemos estabilidad en los grupos de las Cortes». Para argumentarlo, se ha referido a los «tres portavoces en seis meses» que ha habido en Vox; a los dos expulsados de este grupo, que han pasado a ser no adscritos; al dimitido portavoz anterior, Juan García-Gallardo; a los problemas de la formación de Abascal en los ayuntamientos de Palencia, y Salamanca, e, incluso, a «los procuradores del Mixto que están de salida». «¿A quién quieren ustedes encarrilar?», ha interpelado Mañueco a Hierro, al que ha recomendado que «primero solucionen sus problemas internos y luego hablamos» porque, a su juicio, «están dedicados a alborotar el gallinero» y en vez de preocuparse por los ciudadanos «lo están por sus jefes y la oligarquía de su partido».

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Y para evitar que el «gallinero» se alborotase demasiado, el presidente de las Cortes, Carlos Pollán, ha marcado desde el principio el territorio y nada más abrir la sesión ha advertido de que no se pueden hacer en la Cámara grabaciones ni de imagen ni de sonido ante una tribuna de invitados bastante llena. Porque en ella había críticos de Vox que con su presencia han apoyado a los dos procuradores expulsados, Ana Rosa Hernando y Javier Teira que, desde ayer, ocupan ya dos escaños en la parte mas alta del hemiciclo, separados por una bancada de sus anteriores compañeros. Como invitados estaban media docena de concejales y militantes díscolos de Burgos y Salamanca que, por cierto, han entregado un ramo de flores a Hernando que ella ha dejado visible en su escaño y que Pollán, antes de comenzar con las preguntas, ha obligado a retirar, cosa que ella ha hecho y, ya de paso, ha abandonado la cámara mientras hablaba Hierro. Tanto ella como Teira portaban en la solapa una chapa con el lema «Democracia interna» dirigida a la dirección del partido. Dos parlamentarios, que ya tienen la consideración de no adscritos, a los que ya se ha asignado un puesto en las comisiones del Estatuto y del Reglamento, las dos que menos se reúnen, y que ya no participarán en las otras tres en las que estaban como representantes de Vox, lo que se traducirá en una notable disminución de ingresos.

Más imágenes de la jornada: la del juramento de la nueva procuradora del grupo de Abascal, Isabel Pérez Martín, en sustitución de García-Gallardo, así como las dos veces que Carlos Pollán ha pedido que algunos de los invitados abandonases la tribuna por gritar contra el consejero de Medio Ambiente, Juan Carlos Suárez-Quiñones, a cuenta de las plantas de biogás, y contra la consejera de Educación, Rocío Lucas, por el viaje de alumnos de un instituto de Valladolid al Valle de los Caídos.