Las manos que 'cosen' con devoción la Semana Santa
Llevan décadas vistiendo a cofrades y realizando túnicas para tallas, así como balconeras, reposteros y otros enseres para las hermandades, un trabajo que hacen con mimo y para el que cada vez es más difícil encontrar relevo generacional
La revolución de dos hermandades que cumplen medio siglo en Zamora

Cristina Domínguez lleva casi toda su vida profesional confeccionando hábitos para los cofrades de la Semana Santa de Salamanca. Comenzó en ello hace más de 40 años, casi por casualidad. Había estudiado diseño, patronaje y moda, pero se dedicaba a la costura en ... otro ámbito completamente distinto hasta que un día se vio en la necesidad de hacer un traje para su hija, que salió por primera vez en la procesión de la Hermandad Dominica con apenas tres años, y para su hermano, que entonces cargaba en la Virgen de la Esperanza. «Patroné los hábitos» y así comenzó su historia con la Semana Santa de la ciudad del Tormes.
Pasó el tiempo y su actividad fue creciendo. Cuatro décadas después ha confeccionado vestimenta para prácticamente todas las hermandades de la capital salmantina y algunos municipios de la provincia. De su modesto taller también han salido bellas túnicas que visten actualmente algunas tallas -«este año, Peñaranda de Bracamonte va a estrenar dos»-, así como las balconeras que lucen desde la pasada semana en la Rúa Mayor, que estrena esta Semana Santa una ornamentación que irá ampliándose con los años, cumpliéndose así un viejo empeño de la Junta de Cofradías.
Sarga, terciopelo o raso son las telas que trabaja más frecuentemente para los hábitos, en los que predominan colores como los crudos, el negro, verdes, rojos, azules... Confiesa que en lo que más «atención» pone es en la confección del capirote: «Para mí, es lo más importante. Yo también soy cofrade, salgo en más de una procesión y creo que es fundamental que la gente vaya cómoda con él y que vea bien porque son muchas horas».

Hace tiempo que perdió la cuenta de los hábitos que ha confeccionado. La lista de las cofradías para las que ha trabajado es grande: Jesús Despojado, Vera Cruz, Cristo Yacente de la Misericordia... Los encargos a veces le llegan de manera individual; otras, son las propias hermandades las que contactan con ella para hacer un encargo conjunto. Llama a la última semana antes de que comience la Pasión «la de los sentimientos»: «Siempre te viene gente que ha hecho una promesa y que quiere salir, que te compra la tela pero luego hay que poner las manos...». Dice que lleva años sin subir el precio: «Aquí entra en juego mi corazón y mi cariño con la Semana Santa salmantina».
Tal es así, que todavía se le eriza el vello cuando ve desfilar por las calles del casco histórico algunas cofradías con los hábitos que ha confeccionado: «Procesiono el domingo con Jesús Despojado y ver todo mi cortejo, o entrar en los Dominicos a las 5 de la mañana... Se me encoge el corazón. Somos cuatro generaciones vinculadas a la hermandad».
Cristina ya tiene varios encargos para la Semana Santa del año que viene. De momento no piensa en retirarse, aunque sabe que el momento le llegará. Aún así, no teme por que la Pasión salmantina se quede sin 'agujas' e 'hilos' que la cosan. «Habrá jóvenes que ocupen mi lugar. La Semana Santa aquí ha dado un salto tremendo y se está nutriendo de gente joven».

Más difícil para encontrar un relevo lo están teniendo Rosa López, al frente del taller 'El Dedal de Castilla' en Valladolid desde hace 18 años: «Nos vamos a ir con pena pero ya no puede ser más», sostiene, admitiendo que le está siendo imposible encontrar a alguien que se quede con el negocio, y eso que «tiene clientela y funciona». Ella y Mabel, su compañera de faena, suelen confeccionar hábitos para las cofradía de la Vera Cruz y las Angustias, las más cercanas a la sede de su negocio, en la histórica calle Platerías.



Para esta modista, lo más complicado siempre han sido «las capas», independientemente de su tamaño. A día de hoy, un traje completo ronda «los 400 euros» y hacen una media de «quince o veinte» al año, aunque no se dedican solo a ello: «Esta Semana Santa, muy pegada a mayo, se nos está juntando con las comuniones y graduaciones», resopla mostrando todos los trabajos que tiene esperando.
También teme por el futuro de su negocio la zamorana Luisa Peral. Junto a su marido, lleva al frente de 'Costuras. Mercería Creativa' catorce años y aunque el último mes antes de que llegue el Domingo de Ramos «es muy fuerte» porque hay «muchos arreglos de última hora» su trabajo vinculado a la Semana Santa se prolonga durante todo el año, ya que también se dedican a la confección de estandartes, balconeras y reposteros para instituciones y cofradías.
Precisamente de todas las confecciones que han realizado, recuerda de especial complicación los reposteros que hicieron para el Ayuntamiento de Zamora: «Eran piezas muy grandes, todas bordadas y con las telas especiales para aguantar la climatología. Fue un trabajo duro».
Los rasos, las estameñas y los terciopelos son los tejidos que habitualmente trabajan para los cofrades, en las que predominan colores como «el rojo, el verde, el negro, el morado o el blanco». La pieza más cara ronda «los 400 euros». «Realmente lo que se ha encarecido mucho es la tela. Al final, la mano de obra sigue siendo prácticamente igual. El problema que tenemos en estos talleres es que para competir debemos rebajar mucho la mano de obra porque si metiéramos el tiempo que empleamos al precio que debiera ser no seríamos asequibles a casi nadie». Y pone el ejemplo de la última bandera que ella y su marido han confeccionado: «Fueron cuatro días de bordado, ocho horas diarias, y tres días de confección. Tuvimos que cerrar el taller para ello».
María Jesús, de Imagem Astorga, lleva trabajando en la confección de túnicas para las cofradías de la capital de la Maragatería 25 años. Los hábitos de las hermandades de este municipio leonés son «más sencillos» que los que habitualmente lucen los papones de León y eso también queda reflejado en el precio, que oscila entre los 100 y 180 euros. También son diferentes las telas: «Son principalmente sargas y paños de lana». Aunque tienen clientes previsores que realizan sus encargos «nada más terminar la Semana Santa para el próximo año», tampoco les ha faltado estos días atrás trabajo de última hora «porque perdieron alguna prenda o el niño creció». Para evitar sustos, este modesto negocio prepara un 'stock', ya que al disponer de únicamente cinco hermandades en el municipio se lo pueden permitir.
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