Más que un liderazgo

Aunque falta mucho -porque en tiempos políticos cuatro meses son un mundo con el cortoplacismo en el que estamos instalados-, Tudanca se enfrenta a una situación compleja, ya que las encuestas no pintan demasiado bien, ni las políticas socialistas en la vida nacional ayudan poco al partido, que se ve obligado a defender lo indefendible o con tibieza crítica en asuntos que son imposibles de aceptar. Tampoco es fácil su posición, teniendo en cuenta que en algunas ocasiones ha elevado la voz sobre decisiones de Pedro Sánchez y en los tiempos actuales todo lo que no sea adhesión al líder se ve, si no como una traición sí como una posición que roza la deslealtad y de ahí que se hayan escuchado múltiples posibilidades de recambio. Desde la ejecutiva socialista se quiere un cierre de filas total, para acallar las voces críticas con las volátiles políticas que practica el Gobierno de la nación, donde los cambios constantes de postura es hacer de la necesidad virtud y deben ser encajados por todos, sin fisuras.

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PUNTO DE VISTA

Nueva etapa

Luis Jaramillo

Varios nombres circulan ya para suceder a Tudanca, lo que al propio secretario regional no le debe resultar nada cómodo, pero también es verdad que algunos de esos nombres se autodescartan. Lo que no parece es que por ahora haya pasiones o luchas internas por alcanzar el liderazgo del partido en una comunidad en la que los vientos no son, por lo menos a priori, nada favorables. El PSOE ha de ser consciente de que tiene que ser alternativa real y defender cercanía en el territorio e ir más allá de cerrar filas con el poder nacional establecido, porque si se mantiene en esas posiciones las expectativas no serán nada halagüeñas.