Guerra de aparatos

Los más próximos a Tudanca son partidarios de que se presente y aventuran que será difícil al aparato de Madrid plantar cara al aparato de Castilla y León. Curiosa guerra ésta de los aparatos, ambos sanchistas, pero con intereses contrapuestos. Unos quieren que la uniformidad implantada por el jefe sea absoluta y los otros que Tudanca siga al frente del partido sin que, sinceramente, ello suponga plantar cara a las políticas del Gobierno de Pedro Sánchez. Aquí lo que se juega es dar voz a los militantes, siempre que interese al aparato y es ahí donde ambos vuelven a chocar. Unos quieren que tenga voz propia y otros que no se salgan ni un milímetro del dictado oficial.

Tiene razón en el fondo Luis Tudanca cuando dice que la voz la deben de tener los militantes. Pero es porque ahora le interesa, porque él sabe muy bien que las primarias (en este y en todos los partidos) son una realidad muy incómoda y sus resultados los aceptan los aparatos siempre y cuando coincidan con sus intereses. Ejemplos los hay para todos los gustos. Lamentablemente eso de la democracia interna no la practican demasiado los partidos. Tienen normas tan interpretables, que acaban siempre dando la razón al aparato, con lo cual siempre se imponen sus tesis. Si además el aparato, el grande, tiene al posible candidato en el punto de mira para su relevo, lo más probable es que sea implacable y lo haga.

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Lamentablemente, también los cuadros que votan son de una vulnerabilidad aplastante y en cuanto llega la orden de arriba, practican el 'donde dije digo…' con una facilidad pasmosa y se posicionan a favor con un desparpajo total. Vamos, que tal y como están las cosas, lo más posible es que a Tudanca le estén preparando una envolvente y al final el centenar largo de votos que obtuvo su propuesta, mengüe a velocidad de vértigo. No lo tiene fácil para repetir, nada fácil.