Ecuación imposible

La norma no gusta al propio PSOE, que hasta que necesitó los votos de Junts la rechazó y descalificó sin paliativos y para su vergüenza ahí está la hemeroteca. Pero es que además no es la norma de concordia que nos tratan de vender, porque divide a los territorios y aparece contestada por múltiples sectores de la sociedad. Si fuera de verdad de concordia, el PSOE la hubiera planteado en la campaña electoral y no se encontraría con la contestación que sufre. La Ley de amnistía, y ahí están los hechos, no coserá la convivencia en este país, parece que todo lo contrario.

Pero además de la amnistía están el resto de cesiones en materia económica, que consagran una España en dos velocidades, en donde los territorios nacionalistas salen muy beneficiados en relación a los que son más leales al Estado. Por eso el pacto que llevará mañana a Sánchez a repetir mandato, no servirá para coser y para la convivencia, porque los territorios perjudicados no se van a callar y eso generará tensiones. Sánchez, a pesar de los 179 posibles votos en la investidura, está pillado en cualquier acción que acometa, tendrá que negociar con fuerzas muy dispares que van a lo suyo, que les importa un pimiento el Estado y por eso las cesiones perjudicarán a quienes creen en él y a quienes buscan la convivencia nacional que, se pongan como se pongan, es la que prefieren la mayoría de los ciudadanos de España y, por supuesto, de Castilla y León. Ojalá el malabarismo egoísta de Sánchez piense en España cuando esté formado el Gobierno, aunque con los socios que tiene, muy difícil parece resolver esta ecuación.