Llega la tregua de la borrasca Efraín con ríos en alerta, daños y carreteras afectadas

En el caso del Eresma a su paso por la ciudad de Segovia seguía en alarma, aunque con la tendencia estable en este cauce a escasos kilómetros del embalse del Pontón Alto, a pie de la sierra de Guadarrama.

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Isabel Jimeno / ABC

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Por su parte, el río Riaza a la altura de Languilla continuaba en la noche de ayer en «riesgo importante», según la CHD, aunque también logró rebajar el nivel de alarma con el que amaneció y al cierre de esta edición había vuelto a valores normales. Este jueves, de acuerdo con el último parte, su tendencia es decreciente.

Pese a que ayer las lluvias dieron en general una tregua que se mantendrá en Castilla y León, en principio, hasta que el próximo lunes sea necesario de nuevo no desprenderse de los paraguas con la llegada de un nuevo frente que comenzará a extenderse por la Península, jornada para ver y evaluar daños. Especialmente evidentes en las provincias de Ávila y Salamanca, donde en los últimos días se han anotado los récord de pluviometría en la Comunidad. En la localidad abulense de Candeleda, entre el lunes y el martes recogieron unos 139 litros por metro cuadrado, causando problemas en edificios públicos e instalaciones ganaderas, así como inundaciones en varios puntos e incluso obligando a suspender la actividad en el colegio, informa Ep. El primer puesto más lluvioso, para la estación de esquí de La Covatilla (Salamanca), con más de 160 litros en el pluviómetro.

Además, por la mañana, las lluvias caídas obligaron a cortar la circulación en varias carreteras provinciales de Segovia y Zamora. En esta última provincia, las lluvias también provocaron que el agua llegara a una decena de viviendas de la localidad de San Marcial, además de afectar a algunas calles de Villamor de los Escuderos, donde fue necesario cortar y dejar aisladas a tres personas en una nave de la pedanía de Pasariegos. Las consecuencias de la borrasca Efraín también se dejaron notar en el noroeste de la provincia, en la carretera de acceso a Porto, en el límite con la provincia de Orense. Igualmente, provocaron la inundación parcial de parte de las instalaciones del campo de golf de Valderrey, en la capital.