La «llama» cinéfila aún prende en los pueblos
Nuevos emprendedores, pequeños empresarios, consistorios y colectivos culturales se empeñan en que el medio rural siga disfrutando del séptimo arte en pantalla grande. Astorga, Paredes de Nava o Cilleruelo de Abajo son algunos municipios que vuelven a contar con salas desde hace poco tiempo
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Iniciar sesiónCuando la alicantina Ciudad de la Luz echó el cierre -recientemente este complejo para atraer producciones cinematográficas ha vuelto a abrir-, Alejo Ibáñez, que trabajaba allí de técnico, regresó a su León natal. Un día, paseando por Astorga en busca de un local donde ... montar una librería llegó a las puertas del Cine Velasco, cerrado desde septiembre de 2022. A pesar de proceder de Santa Marina del Rey, una localidad a unos 15 kilómetros de la capital de la Maragatería, no conocía de su existencia. «Entré, vi el espacio y me enamoré del sitio. Es un cine muy antiguo, chiquitín, un poco decadente. Arriba, la sala con los proyectores de 35 milímetros está llena de póster de los 50. Parecía que me metía en una escena de 'Cinema Paradiso'». Ese 'flechazo' hizo que cambiase de idea y pese a que le «pintaron el panorama un poco desolador» para un negocio de este tipo, el pasado junio el Cine Velasco volvía a levantar la persiana. Lo hacía dos meses después de lo que Alejo había previsto, ya que además de dar al espacio un buen lavado de cara tuvo que hacerse con un equipo de proyección digital, algo que le ha supuesto un importante desembolso -uno de segunda mano cuesta alrededor de 45.000 euros-.
Aunque el verano comenzó «un poco flojo», desde el «fenómeno» 'Del Revés 2' «ha ido bastante bien». A principios de septiembre volverá a ser la sede oficial del Festival de Cine de Astorga y una vez que comience el curso escolar su idea es «llegar a algún tipo de acuerdo» con los colegios de la zona y la Escuela de Idiomas «para que una vez al mes los chicos puedan ver una película en versión original». También tiene previsto proyectar ópera, organizar un 'cine-club' «con una programación un poco alternativa a las propuestas comerciales» y «ampliar el abanico» del uso de este coqueto lugar a «otras actividades» como presentaciones de libros o exposiciones. Es consciente de que abrir un espacio de este tipo a día de hoy «es arriesgado», pero sigue encontrándose a gente que le gusta ver, «al menos los estrenos, en pantalla grande». Además, «el invierno es muy largo» y «realmente es la única alternativa de ocio a la hostelería» en Astorga, sostiene, al tiempo que defiende el 'lujo' de poder ir al cine andando en lugar de tener que desplazarse en coche a las ciudades más cercanas -León y Ponferrada-.
La capital de la Maragatería no es la única localidad de Castilla y León que ha vuelto a 'encender' el proyector recientemente. Hace dos semanas que la magia del séptimo de arte regresó también a Paredes de Nava, en la provincia palentina. Han pasado ya cuatro décadas desde que el último de los dos cines que tenía este municipio terracampino que no llega a 2.000 habitantes bajara la persiana.
Su relevo lo ha tomado el Centro de Artes Escénicas Jorge Manrique, abierto en noviembre de 2023 gracias a los remanentes de un parque eólico y al respaldo de Gobierno, Junta y Diputación. «El cine va a ser un servicio más de los que prestamos a nuestros vecinos. El objetivo es que en el mundo rural haya las mismas oportunidades que en las ciudades. Sabemos que no nos va a ser del todo rentable, pero entra dentro de nuestra apuesta por la cultura y por dinamizar el municipio», sostiene a ABC el concejal de Festejos, Jacob Nieto.
En este empeño, el Ayuntamiento cuenta con la colaboración de Cines Palencia, con el que ha firmado un acuerdo similar al que también rubricó hace unos meses Carrión de los Condes para el Teatro Sarabia. «La idea es que sean filmes que estén en cartelera, aunque no de estreno», explica este edil, que destaca el «éxito» que está teniendo desde su apertura el centro. Para cada una de las sesiones se pondrán a la venta 378 localidades a un precio general de 5 euros -que se reduce a 3,5 en el caso de menores-.
Su 'estreno' fue a principios de agosto: «Queremos que los vecinos de Paredes y de los pueblos de alrededor puedan pasar una tarde de domingo en el cine sin tener que ir a la ciudad, y luego si de paso salen a cenar, pues beneficiamos a la hostelería».
Que iniciativas como esta son imposibles sin un respaldo por parte de las administraciones locales lo sabe bien Joaquín Fuentes, el mayor empresario de cines rurales de España. Lleva 33 años al cargo de Proyecfilm, y en Castilla y León, entre las salas que gestiona de poblaciones que no superan los 10.000 habitantes, cita las de Peñaranda de Bracamonte (Salamanca) y Villarcayo (Burgos).
Este verano ha asumido también «con una satisfacción muy grande» la puesta en marcha de un cine de verano en Piedralaves. En este pueblo abulense de poco más de 2.000 habitantes fue donde nació hace 66 años. Su padre trabajaba allí de operador de cámara. «Todo el mundo se enteraba de cuando era el descanso de la película porque yo lloraba, mi padre me ponía al micrófono» y tenía que parar la proyección. Recalca que «no cabe duda» de que en estas pequeñas localidades «sin ayuda del Ayuntamiento» son inviables estos proyectos y lamenta que haya «muchos pueblos» con un teatro o una sala cuya puesta en marcha costó «muchísimo dinero» y que ahora «utilizan dos veces al año». Dice que a veces se encuentra con disposición por parte de los consistorios, pero luego llega «el tema burocrático» y se echan para atrás.
Con su lema por bandera -«muchos pocos hacen un mucho»- mantiene una lucha casi titánica diaria para que los vecinos de los municipios en los que trabaja disfruten del más reciente estreno como lo podrían hacer si vivieran en las capitales. Primero ha de conseguir «que las distribuidoras nos den las películas lo antes posible. Las plataformas han hecho mucho daño. La película más taquillera en las últimas semanas, 'Deadpool y Lobezno', para nosotros no lo ha sido porque la gente joven no va al cine. Está a otras cosas. En estos 33 años hemos vencido al vídeo, a internet y ahora nos toca derrotar a las plataformas, que no sé si seremos capaces. A partir del Covid hubo un bajón considerable que todavía se está notando».
Así las cosas, en esta pequeñas poblaciones «vivimos de las personas mayores». Programan pensando en ellos, pero a veces les cuesta «mucho trabajo encontrar producciones de fin de semana que estén destinadas a este tipo de público». Pese a las dificultades no cesa en su empeño. No es el único. Pone como ejemplo las salas que siguen abiertas en La Bañeza, Santa María del Páramo o Cistierna -esta, desde 1964-, en general llevadas por pequeñas familias empresarias: «El cine en un pueblo es vida. Que un fin de semana seamos capaces de sacar a 100 o 120 personas de la calle para que acudan a la sesión a las 8 de la tarde es un logro». Pese a su obstinación, también se ha visto obligado a cerrar espacios en los que comenzó con mucha ilusión «porque no salían los números». Es el caso de los que disponía en Cuéllar (Segovia), Medina de Rioseco y Peñafiel (Valladolid).
En 2023, según la última Estadística de Cinematografía publicada por el Ministerio de Cultura, Castilla y León perdió 13 de las 186 salas de exhibición con las que contaba el año precedente. En cuanto al número de cines, la Comunidad resistió como pudo el envite. Sólo cerraron dos, dejando un total de 44 operativos. La 'sangría' fue algo menor que en el ejercicio previo, cuando la Comunidad perdió quince de sus 201 salas.
Precisamente fue a finales de agosto de ese año cuando Benavente se quedaba sin sus Multicines por jubilación de sus propietarios. Bueno, no del todo. porque la Asociación Cine-Club Fetiche, con 20 años de trayectoria, está logrando mantener «la llama viva» de sus salas a la espera de que «alguien se atreva con una iniciativa empresarial y cultural a la vez». Gracias al respaldo del Ayuntamiento y de Caja Rural, una media de «cien personas» pueden disfrutar semanalmente de una proyección «de calidad» en una gran pantalla, y no siempre de «películas comerciales». «Buscamos en Cannes, Venecia, San Sebastián, Seminci... producciones ganadoras», detalla Juan Carlos López, al frente de la misma. A la ayuda económica de las citadas entidades se suman los 10 euros que aporta cada socio. Las entradas «cuestan entre 3,5 y 4 euros» y «la respuesta es buenísima».
«Un plus innegable»
No programan el último estreno, pero gracias a ellos Benavente, con algo de 18.000 habitantes, siguen disfrutando de proyecciones. Opina que quedarse sin ellas sería «una pérdida irreparable» en su oferta cultural. «La visión de una película en pantalla grande es una experiencia estética que se vive en común. Todos juntos lloramos, reímos y eso es un plus innegable. Los amantes del séptimo arte debemos luchar por mantenerlo».
Un pensamiento similar llevó a la Asociación Cultural Collalba de Cilleruelo de Abajo (Burgos) a acondicionar recientemente un salón multidisciplinar del municipio para que pudiera acoger proyecciones. Habían pasado 55 años desde que la Junta Directiva del entonces Teleclub del pueblo pusiera en marcha un proyecto parecido. Con el tiempo se perdió. En esta ocasión todo comenzó cuando, buscando la forma de poder visionar en la localidad la película 'El maestro que prometió el mar', Raquel Casado, al frente del citado colectivo, dio con la red 'Cine y educación', que les informaron de la existencia de dos empresas en Barcelona que les ayudarían a proyectar vía streaming. «Los vecinos de Cilleruelo de Abajo tenemos ahora una relación más fluida y amigable y creo que tener un cine ha contribuido a ello», destaca.
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Desde su puesta en marcha, el pasado diciembre, funciona «como una sala exhibidora más», aunque con la particularidad de que son una asociación sin ánimo de lucro. El salón tiene una capacidad «para unas 150 personas» y entre las películas que se proyectan cada sábado «hay un poco de todo». A los clásicos suman «buena parte de la cartelera mensual». El precio de la entrada varía entre 1,50 y 3,50 dependiendo del tipo de filme.
La iniciativa, además, ha permitido al pueblo conocer de primera mano a algunos actores y directores. De hecho, ayer mismo estuvo Carlota Nelson con cine Raquel destaca la «extraordinaria respuesta» que está teniendo el proyecto: «Sobrepasaremos ya los 2.000 espectadores desde diciembre y eso para un pueblo de 200 habitantes es todo un récord». Pero lo más importante para ellos es que el cine, además de cultura, está suponiendo «vida social». Ha permitido que «la gente salga de casa, se relacione, no este sola. E incluso que aquellos que venían sólo en fiestas ahora también lo hagan los fines de semana».
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