Un libro para redescubrir al Miguel Delibes «orador»
La editorial Destino reúne por primera vez los quince discursos del célebre autor de 'El camino'
«¡Que paren la tierra, quiero apearme!»: Miguel Delibes a viva voz
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VALLADOLID
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Iniciar sesiónMiguel Delibes leyó su primer discurso el 25 de mayo de 1975, en el acto de recepción de la Real Academia Española, la institución de la que había sido elegido miembro de número para ocupar la silla 'e' en febrero de 1973. 'El sentido ... de progreso desde mi obra', quizá «el más leído y aplaudido» de las intervenciones del escritor vallisoletano –recuerda Ana María Martínez, doctora en Filología Hispánica por la Universidad Autónoma de Madrid y especialista en su obra– fue el primero de otros tantos que pronunciaría al recibir reconocimientos (el Cervantes y el de las Letras entre ellos) o ser distinguido en universidades de España y de Europa.
'Los discursos de Miguel Delibes. Naturaleza, Literatura y vida' (Destino, 2023) recopila por primera vez estos textos con el fin de «orientar y servir de guía dentro de ese mapa de infinitas lecturas –individuales o de grupo–» a las que se prestan, resume en el prólogo la mencionada catedrática, editora del volumen. Casi obras literarias en sí mismas pese a su reducido tamaño, los quince escritos recopilados comparten con la excelsa narrativa del autor de 'El Camino' la riqueza y precisión léxica en la que se empeñaba. «Este libro es un regalo inesperado para los amantes de Delibes«, ha avanzado Elisa Delibes, hija y presidenta de la Fundación que lleva el nombre del escritor, durante su presentación en la Feria del Libro de Valladolid.
Fue ella quien hace un tiempo propuso a la editorial la publicación de este compendio y cuyo germen está en el curso 'Miguel Delibes en el aula', impulsado dentro de las actividades del centenario del nacimiento del escritor. Amparo Medina-Bocos, una de las mayores expertas en la obra del vallisoletano, le propuso a Ana María Martínez indagar con fines didácticos en algunos 'géneros menores' del escritor. Es «de aquella experiencia compartida con mis colegas profesores» y del «interés» que suscitaron estos textos «entre los profesores de Secundaria y Bachillerato, así como el de los propio estudiantes» de donde nace esta edición, ha detallado la editora en este mismo acto, en el que ha confesado que se llevó «una gratísimo» estupor al comprobar cómo el mensaje de Delibes sigue calando entre los alumnos «y quieren leer más».
«Lo que a alguien se le podría antojar como una publicación muy académica es en realidad una bellísima sorpresa», ha revelado Emili Rosales, director editorial de Destino, destacando que en él «se puede encontrar en muy pocas palabras la personalidad del autor, los grandes temas de sus obras, sus enfoques y esa posición ética que tanto apreciamos en él».
Infancia, muerte, naturaleza y preocupación social constituyen la «sustancia de la narrativa 'delibeana' y nutren también el contenido de sus discurso, cuyo «denominador común» resume en «dos grandes conjuntos temáticos» -naturaleza y literatura- la editora, para quien «leyendo a Delibes se adquiere lucidez». A su juicio, el autor «da mimbres para un ejercicio responsable de la ciudadanía. Ayuda a pensar críticamente». A estos temas se suman otros «jugosos», como la relación entre el periodismo y la literatura o aquellos en los que alude a sus raíces con motivo, por ejemplo, de su nombramiento como Hijo Predilecto de la ciudad. En ellos, ha subrayado la editora «recurre a una analogía con la naturaleza para demostrar su sentimiento de arraigo».
No obstante, si hay un rasgo propio que destaca por encima de los demás en estos escritos es la relación que Delibes establece con sus oyentes. «Siempre tuvo un afán de acercarse a sus oyentes, de tratarles con singularidad (...) Lo hizo sin dejar de lado todos los tratamientos de respeto y lenguaje protocolario, sin embargo siempre introducía en sus discursos un 'vosotros' o un 'vais a permitirme'», ha recordado Ana María Martínez. Algo en lo que también pone énfasis Elisa Delibes: «La gente iba entregada a escucharle porque despertaba mucha admiración y terminaba aún más encantada porque tenía muy en cuenta al receptor. Le trataba muy bien, como si fuera uno de los protagonistas de sus obras literarias», sostiene, confesando que a su padre no le «agradaba» pronunciar discursos en actos sociales donde era el único protagonista. «Conforme se acercaba la fecha su agobio aumentaba, quería convencer a los médicos para justificar su ausencia o pedía a algún hijo que llevara un copia y subiera al estrado a leerlo en su lugar».
Si Elisa tuviera que elegir su favorito entre estos textos sería el discurso que pronunció al recibir el Premio Cervantes 1993, 'Una vida vivida': «Literariamente me pareció perfecto, y luego fue muy emocionante para toda la familia». No obstante, no duda que para ella el más «emotivo» fue el que escribió para su ingreso en la Academia. Hacía poco tiempo que había fallecido su mujer Ángeles y es evidente el tono «íntimo» con el que lo quiso marcar, apunta la editora en el prólogo, donde rememora que el escritor finalmente no leyó el inciso que había escrito en el que recordaba emocionado y dolorido a su esposa, pero fue voluntad suya que finalmente se publicase.
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Los quince discursos se presentan en orden cronológico. Pone fin al compendio 'Un ecologista de vanguardia', la carta enviada a la Universidad de Salamanca en noviembre de 2018 en agradecimiento por haber sido nombrado doctor honoris causa. Dos años antes, en octubre de 2006, escribiría el texto 'Regenerar la humanidad' con motivo del Premio Vocento a los Valores Humanos, el único inédito hasta la fecha, aunque también ha reunidos otros menos conocidos como el pronunciado en mayo de 1989 en un homenaje que le brindó la Asociación Colegial de Escritores y la Facultad de Filología de la Universidad Complutense de Madrid. En él, bajo el título 'Conquistando libertades', deja entrever cómo entiende él la libertad de expresión del escritor.
Para Elisa, lo que el lector se va a encontrar en este libro es «una literatura totalmente de circunstancias», que el autor de 'Las ratas' «hacía también muy bien». Al respecto, subraya el parecido que guarda con su narrativa donde su afán era dar con «la palabra exacta» y «decir lo máximo con el mínimo número de palabras». Son textos «muy exactos, muy precisos, y en ese sentido me parece que tienen que ver con sus novelas. Él llevaba todos sus discursos a su terreno». Esa «riqueza» es destacada también por la editora, quien asegura que este trabajo le ha dado la «oportunidad de descubrir al Delibes orador en el Delibes escritor».
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