La Junta retoma la oferta a la oposición de negociar un pacto por la sanidad
El presidente, a Tudanca: «Si tiene ideas que aportar, siéntese con nosotros»
Vázquez advierte de que «hay que afrontar cambios que sólo son posibles con diálogo»
VALLADOLID
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Iniciar sesiónEl ambiente venía caldeado desde la pasada semana cuando se decidió que el 40 aniversario del Estatuto de Autonomía se celebrará sin la concesión de la Medalla de las Cortes, al no haberse conseguido alcanzar la unanimidad entre PP, Vox y PSOE. Los reproches ... de unos y de otros por su incapacidad para alcanzar el consenso en la designación del elegido para recibir la insignia estuvo presente durante la sesión de ayer en las Cortes autonómicas. Y por si fuera poco, los socialistas sumaron el lunes un elemento más a su indignación: la concesión del Premio Castilla y León de las Letras a Fernando Sánchez Dragó. Así que el hemiciclo estaba 'en ebullición' cuando el portavoz del PSOE, Luis Tudanca, arrancó con la primera pregunta al presidente: «¿Cuál es la situación de la sanidad de Castilla y León?». La respuesta de Alfonso Fernández Mañueco fue contundente: «La sanidad de Castilla y León es de las mejores de España. ¿Qué es lo que usted ha hecho?». De esta forma, reprochó a Tudanca que no se haya sentado a negociar un pacto en esta materia, a pesar de que el titular de esta cartera «tiene instrucciones expresas de pactar». Así que Mañueco recuperó la oferta de llegar a un acuerdo por la sanidad. «Si tienen ideas que aportar, siéntese con nosotros. «Recoja el guante, dialogue y pacte», instó al líder del PSOE.
Más lista de espera
Pero Tudanca, que no se dio por aludido, tenía preparado todo un rosario de datos para argumentar el supuesto mal estado de la atención sanitaria, como el hecho de que la lista de espera se haya multiplicado por cuatro en la última década, mientras que «lo que sí esta mejorando son los conciertos con la sanidad privada». El presidente de la Junta, en su segunda intervención, volvió con los reproches al dirigente socialista: «Desde que yo soy presidente no ha movido un dedo por la sanidad porque está más preocupado en tirar petardos y hacer ruido». El ofrecimiento de Mañueco a volver a intentar llegar a un gran pacto lo repitió también el consejero del ramo, Alejandro Vázquez, quien, a requerimiento del procurador de Por Ávila, Pedro Pascual, mostró su disposición a «afrontar cambios que no son posibles sin diálogo y sin consenso». Para ello, anunció su deseo de convocar a las fuerzas políticas de las Cortes, aunque reconoció que no será posible retomar el acuerdo que se estuvo a punto de alcanzar la pasada legislatura porque «quedó enterrado por el partidismo, el electoralismo y el uso de la sanidad», en referencia al PSOE, al que acusó de haberse levantado de la mesa negociadora sin justificación alguna.
En el segundo envite de la sesión, Mañueco tuvo que justificar el modelo territorial de Castilla y León, a punto de cumplir su 40 aniversario, frente a las críticas del leonesista Luis Mariano Santos, quien opina que «para el Reino de León es una imposición y un castigo».
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La tercera y última pregunta al jefe del Ejecutivo autonómico fue del procurador de Ciudadanos, Francisco Igea: «¿Cree el presidente que su gobierno de coalición es un modelo de éxito?», interpeló y desencadenó con ello un nuevo cara a cara entre quienes compartieron Gobierno la pasada legislatura y cuyo final abrupto todavía está generando reproches y acusaciones. De hecho, si el presidente de la Junta arrancó defendiendo un Gobierno «útil y eficaz para las personas de Castilla y León», para el parlamentario de la formación naranja el Ejecutivo actual que comparten PP y Vox es sinónimo de «clientelismo, degradación institucional y deterioro social y económico». Incluso, terminó su intervención sumándose a uno de los argumentos del PSOE para los próximos comicios como es que «hay que intentar en las próximas elecciones que este modelo no se extienda», en alusión al Gobierno autonómico.
En su respuesta, Mañueco aprovechó el martes de Carnaval para preguntarse si Igea se había disfrazado de Pablo Fernández, el procurador de Unidas Podemos, dada su visión apocalíptica de la Comunidad. «Mi modelo de éxito no es como el suyo (por Igea) que todo lo que toca lo destruye», sentenció el presidente de la Junta, que recordó al parlamentario liberal que Ciudadanos ha participado del «mayor latrocinio» al votar en el Congreso a favor de la ley del 'solo sí es sí'.
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