La Junta es la administración autonómica que menos aumentó los empleados públicos en la última década

De media, las plantillas de las comunidades autónomas aumentaron un 32 por ciento. Canarias es la que más incrementó sus efectivos (un 51 por ciento), seguida de la Comunidad Valenciana (46 por ciento), La Rioja (44 por ciento), la Comunidad Foral de Navarra y el País Vasco (42 por ciento) e Islas Baleares (41 por ciento). Por el contrario, las ciudades de Ceuta y Melilla son las únicas que o no han variado o han visto disminuido su personal, mientras que en Extremadura subió un 17 por ciento y diez puntos más en Andalucía, Asturias y Galicia.

En total, Castilla y León cuenta con 177.505 trabajadores públicos. Además de los 105.446 que dependen de la Junta, 36.925 pertenecen al Estado y 35.135 a ayuntamientos y diputaciones. En comparación con 2016, el personal dependiente del Estado solo se incrementó un dos por ciento, con 712 trabajadores más, y el de las administraciones locales un 7,6 por ciento, con 2.505 más.

Del total empleados públicos de la Comunidad, 104.791, más del 59 por ciento son mujeres, porcentaje que en la Junta se eleva hasta el 70,4 por ciento y que cae al 33,9 por ciento en el caso del Estado. En las administraciones locales las mujeres suponen el 51,2 por ciento del total.

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En cuanto a los trabajadores públicos de la Junta, la mayor parte corresponde a Sanidad, con 37.837 (35,8 por ciento), por delante de educación, con 36.146 (34,2 por ciento); administración general, con 19.506 (18,5 por ciento) y personal universitario, con 11.957 (11,3 por ciento). La evolución de estos grupos de trabajadores ha sido desigual desde 2016, dado que en la administración general se produce un descenso de casi el dos por ciento, con 380 empleados menos, mientras que en las universidades públicas se registra una subida del 43,4 por ciento, con 3.621 trabajadores más. En términos absolutos la mayor subida se registró en el sistema educativo, con 5.419 docentes más (+17,6 por ciento), mientras que en Sanidad se incorporaron 3.854 (+11,3 por ciento).

Por provincias, Valladolid se sitúa en cabeza con 39.410 trabajadores públicos, el 22,2 por ciento del total, por delante de León con 31.435 (17,7 por ciento); Salamanca, con 26.170 (14,7 por ciento) y Burgos, con 23.644 (13,3 por ciento). En el extremo opuesto se sitúa Soria, con 8.268 (4,6 por ciento); Palencia, con 10.725 por ciento (seis por ciento); Zamora, con 11.256 (6,3 por ciento); Segovia, con 12.229 (6,9 por ciento) y Ávila, con 14.368 (8,1 por ciento).

Analizando solo el personal de la Junta, casi uno de cada cuatro trabajadores públicos se concentra en Valladolid, que suma 25.849 (24,5 por ciento), mientras que en Soria apenas se superan los 5.000 (4,8 por ciento). León cuenta con 17.384, por delante de Salamanca (16.450), Burgos (14.289), Zamora (7.008), Ávila (6.575), Segovia (6.424) y Palencia (6.400).

En la comparativa de la última década, la provincia de Ávila es experimenta un mayor crecimiento con una subida del 34,4 por ciento, por delante de Salamanca (13,4 por ciento), Valladolid (13,3 por ciento), León (7,1 por ciento), Soria (6,9 por ciento), Burgos (3,6 por ciento), Zamora (3,3 por ciento), Segovia (2,5 por ciento) y Palencia (2,3 por ciento).