9 de junio, la fecha clave para 'hornear' el futuro de Siro en Venta de Baños

Para es día esta en principio acordada una reunión a tres bandas que sentará a la mesa a Gobierno central, Junta de Castilla y León y la propia empresa en el que está llamado a ser el primer encuentro cara a cara tras conocerse por «sorpresa» las intenciones de los dueños de la multinacional agroalimentaria de echar el cierre a la histórica galletera, una de las tres plantas que tiene en Venta de Baños.

Todo se ha precipitado esta semana, cuando los trabajadores han tenido conocimiento de las intenciones de la empresa de apagar el horno de una planta en la que trabajan cerca de 200 personas. Y después de que en noviembre arrancase el grupo de trabajo para buscar un comprador interesado en hacerse con esa factoría, a la que el Plan de Competitividad rubricado en junio de 2022 da un plazo de dos años en los que encontrar un inversor interesado.

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Sin embargo, cuando sólo han pasado doce meses, la nueva propiedad de la multinacional agroalimentaria parece que no tiene intención de que el horno siga encendido. La incertidumbre sobre el futuro de la factoría y sus empleados -el 60 por ciento de la localidad palentina- pende de un hilo por segunda vez en un año. Y es que la situación prácticamente se repite después en 2022 la millonaria deuda de 300 millones arrastrada estuvo a punto de dar al traste con Ceralto Siro Foods, con cinco plantas en cuatro localidades de Castilla y León -las palentinas Aguilar de Campoo y Venta de Baños, la zamorana Toro y la segoviana El Espinar- y unos 1.400 empleados.

Un Plan de Competitividad firmado entonces dio entrada a dos fondos de inversión -Afendis y Davidson Kempne- que garantizaban la continuidad, aunque con la histórica galletera de Venta de Baños como activo a vender en un plazo de dos años. Sin embargo, antes de cumplirse un año la amenaza de cierre está otra vez sobre Venta de Baños 1, lo que ha activado no sólo a los trabajadores, sino a las administraciones, que también rubricaron ese Plan de Competitividad.

Desde el Ministerio de Industria urgieron una reunión con la empresa nada más conocer sus intenciones, mientras que desde la Junta de Castilla y León también han pedido «sensibilidad» y aseguran que al menos tienen un inversor extranjero como la opción «más testada» interesada en hacerse con la planta.

Con esas cartas sobre la mesa, se verán el 9 de junio, una fecha que se antoja clave en estos momentos para que el horno de la galletera no se apague definitivamente.