Juan Villa inunda un pequeño pueblo de Valladolid de criaturas de Star Wars con su 'Puerto espacial'

Magia, hechizo y fascinación son tres palabras que podrían acercarse a la sensación que provoca adentrarse en el nuevo proyecto expositivo de Villa, que busca sumar atractivos turísticos para una zona rural que ha visto cómo cada año miles de personas se acercan a ver sus criaturas en Trigueros. La reserva anticipada en www.puertoespacial.esserá imprescindible para controlar el aforo.

Todo está a punto ya para la puesta de largo el próximo puente de Todos los Santos, cuando 'Puerto espacial' abrirá durante cuatro jornadas consecutivas.

Juan Villa, que en esta ocasión es promotor en solitario de la iniciativa, no puede disimular su entusiasmo cuando apenas resta una semana para que vea la luz el proyecto en el que ha estado trabajando los últimos años. «Quien se acerque a 'Puerto espacial' va a encontrar de todo: robots, naves, extraterrestres de lo más variopinto, desde un mercado donde va a haber productos a la venta traídos de todas las partes de la galaxia, un hangar con réplicas de naves, una cantina muy especial, todo ello con sonidos y efectos visuales muy chulos, un sitio muy divertido tanto para los fans de la ciencia ficción como para todo tipo de público en general», recalca.

«Va a ser un sitio fantástico donde venir a pasar un ratito del fin de semana y complementar la visita del muy próximo Castillo Encantado de Trigueros del Valle. Son dos lugares que nacen de una misma explosión de imaginación», resume.

Según explica a Ical, 'Puerto espacial' es fruto del «guante siniestro que nos lanzó la pandemia». Como a la gran mayoría de las personas, el confinamiento obligó al artista a parar máquinas, y se encontró sin trabajo por primera vez en su vida desde que salió de la Escuela de Artes y Oficios de Valladolid. «Como cualquier empresario, tengo gente contratada indefinida, y después del primer mes de parón pensé que había que hacer algo. No puedo estar en casa de brazos cruzados, porque se me cae el mundo encima», recuerda.

«Sin el parón forzoso de la pandemia seguramente 'Puerto espacial' nunca habría visto la luz. Yo hubiera seguido montado en mi motocicleta rodante y no hubiera parado a pensar: ¿Qué me apetece hacer? Voy a disfrutar un poquito más…», rememora. Fue en esos días oscuros cuando pensó en las muchas figuras de Star Wars que han creado en su taller de Prometeo Escultura, en Cubillas de Santa Marta, para colaborar desinteresadamente con la 501st Legion, una de las organizaciones de fans más activas de todo el mundo en torno al imaginario creado por George Lucas, o en los estrenos de las películas de la saga.

«Esas colaboraciones siempre me han dado mucha satisfacción. Una cosa son los encargos que te llegan, que pueden ser buenos, regulares, malos o muy buenos, como los hemos tenido, y otra cosa es qué te apetece hacer y disfrutas de verdad como un crío. Con la pandemia decidí agarrarme a esta barca y el proyecto nació con la idea de preparar una exposición temática en torno a Star Wars, para 'El Castillo Encantado', pero la pandemia empezó a durar más de la cuenta y las figuras se iban amontonando en el taller hasta que llegó un punto en el que dijimos: si esta exposición hay que meterla en 'El Castillo Encantado', ya no va a ser 'El Castillo Encantado', va a ser otra cosa. Y decidimos que no tenía sentido desmontar algo que ya está funcionando muy bien y que tiene un público que nos hemos trabajado, sino que este nuevo proyecto requería un espacio diferente y ambos se complementarían», argumenta.

Utilizando todo tipo de técnicas escultóricas (desde moldes a impresión 3D) y materiales (desde resinas a látex, silicona, poliéster, madera, DM, poliespán, corcho, masilla epoxi…), e inspirados en las películas clásicas, 'spin-offs', series de televisión o incluso en los descartes que se recogen en los libros de arte de los films, Villa y su equipo han creado personajes que harán las delicias de quienes se acerquen por primera vez al universo ideado por Lucas o para los seguidores más entusiastas, que se deleitarán con detalles como los bustos de 'Los Veinte Perdidos', maestros jedi que renunciaron voluntariamente a la orden, según se cuenta sin entrar en demasiado detalle en una secuencia de 'El ataque de los clones'.