José Ángel Mañas: «No sé si España es el mejor país del mundo, pero desde luego tiene una de sus mejores historias»

Cuenta el escritor, que presentó ayer su libro en Valladolid -la pasada semana lo hizo en Burgos-, que aunque en un principio lo que le «interesaba» fue la batalla de las Navas de Tolosa, poco a poco se fue empapando del papel que tuvo este personaje. En Berenguela, única mujer protagonista de su trilogía novelada, encontró a «una animal político, de gran personalidad» y «una persona muy interesante», artífice del proceso que acabaría con la unión de los dos reinos más importantes de la península entonces. Sin embargo, en su opinión, «no la tenemos visualizada como una de las grandes figuras femeninas de la historia» y su vida ha sido mucho menos relatada que la de Isabel la Católica o Juana de Castilla: «La medalla se la colgó su hijo, Alfonso VIII, vencedor en las Navas de Tolosa, y luego su nieto, Fernando el Santo, al haber conquistado los reinos de Córdoba, la capital histórica del Califato, Jaén y Sevilla. La gracia es que era ella la que estaba detrás, gobernando».

Recuerda también que Berenguela fue educada por su padre «para ser una gran reina» y condicionó su vida al ver que no llegaba el hijo varón. Luego, aprovechando una ambigüedad en la interpretación de la palabra 'filiu' del Tratado de Sahagún, que podía ser válido tanto para hombre como para mujer, preparó todo para que todos los estamentos del reino la jurasen como heredera. Circunstancia que aprovechó más tarde Berenguela para, una vez muerto su hermano Enrique y siendo la mayor de las hijas, coronarse en Valladolid y pasarle la corona a Fernando antes de que apareciera Alfonso IX con su ejército.

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Un hecho que trajo consecuencias. Fue León el territorio que se integró en Castilla y no al revés: «Estaba claro que tarde o temprano se iban a volver a unir. La cuestión era cómo y quien sería la parte dominante».

Explica también el autor, de madre asturleonesa y padre castellano, que son «muchas» las fuentes en las que ha indagado, pero fue Salvador Martínez, profesor emérito de Literatura española medieval y del Renacimiento en la Universidad de Nueva York, quien le «abrió» un poco la línea que ha seguido sobre el «correinato» de Berenguela «30 años en Castilla y 18 años en León».

Mañas destaca la época dorada que vive la novela histórica y cree que se debe al «interés por la historia que ha suscitado la situación que vivimos» en España. «Nunca antes del 'procés' había visto banderas de España colgadas de los balcones en Madrid. Me dio entonces por intentar entender lo que estábamos viviendo. Todas mis novelas están basadas en momentos que entiendo como cruciales. Creo que es general, a todo el mundo le está afectando y nos da por interesarnos», sostiene el escritor sobre el por qué del auge «masivo» y «popular» despertado por el género: «La novela histórica es una manera amena de entender la historia».

Contrapone el «interés absoluto» de los novelistas con los cineastas españoles, «quizá por los medios», y destaca la expectación levantada por el 'Napoleón' de Ridley Scott o el 'Oppenheimer' de Christopher Nolan. «En España ha habido cosas pero no de una manera sistemática, sobre todo teniendo en cuenta la riqueza absoluta de nuestra historia». «España no sé si es el mejor país del mundo, pero que tiene una de las mejores historias del mundo está clarísimo».

No obstante, admite Mañas que después de ir a los 'hitos' que le interesaban por el momento va a dejar el género «en barbecho» y con la próxima novela volverá al «realismo».